El desconfinamiento ha provocado que los aficionados a la bicicleta salieran a la carretera, de forma masiva, a golpe de pedal. De este modo, se han llenado los talleres que se dedican a la reparación y venta se de este tipo de vehículos.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en la tienda “Sportbike” de Ribeira, donde trabajan, sin descanso, a una media de 25 bicicletas al día, el doble de las que reparaban antes del estado de alarma.
El cierre de gimnasios saca más "bicis" a la calle
Los hermanos Santiago y Juan Manuel Lorenzo, propietarios del establecimiento, atribuyen ese repunte al vacío que ha dejado el cierre de gimnasios, la necesidad de hacer ejercicio y la prohibición de practicar deportes en grupo.
Cuentan, como curiosidad, que muchas personas han recuperado bicicletas que llevaban más de diez años guardadas en garajes o sótanos, sin ningún uso. En ellas tienen que poner un mayor empeño porque necesitan una revisión y reparación en profundidad.
En la última semana, también se han incrementado de manera considerable las ventas de unidades nuevas.
El ciclismo impulsa las ventas del sector deportivo
El comercio deportivo ha sobrevivido en gran parte gracias a las ventas por internet. Muchos se compraron bicicletas estáticas, otros aprovecharon las suyas fijándolas para usarlas en las terrazas pero la desescalada ha sido aprovechada para volver a disfrutar de pedalear al aire libre.
El sector de la bicicleta es el que más clientes recibe en estas primeras semanas de desescalada.