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UN OFICIO PELIGROSO

Los últimos mineros miran con orgullo al equipo de rescate en Totalán

Los mineros, un oficio casi desaparecido en España, siguen con interés y orgullo a sus compañeros asturianos que trabajan en Totalán, en el rescate de Julen. Quedan menos de una decena de minas de carbón.

>> Sigue en directo toda la información del rescate de Julen

César Carnero, 52 años, 22 en la mina, se jubiló con apenas 40. En 2004 una pieza mal encajada le dejó varios días en coma: "Me rompió la mandíbula por cinco sitios y una brecha en la cabeza". Otro compañero, José Antonio Rodríguez: "Según metí la mano me atrapó la piedra que se movía... y lo primero fue pedir el hacho al ayudante para cortar el brazo".

Golpes, con las piedras que caen o con las mismas herramientas, también recuerda José Ignacio Rodríguez. Y a los accidentes se suman las enfermedades, la temida silicosis: "Cuando llevas quince o veinte años se te agarra al pulmón... y ya empiezas a respirar mal".

Por no hablar de la incomodidad de las galerías, de la humedad, de la oscuridad, del polvo... Desde Palencia ven con orgullo el trabajo de sus colegas en Málaga. La dedicación de unos profesionales que, además, están a punto de desaparecer con el cierre de las últimas minas que quedan abiertas.

>> Así es el equipo preparado para actuar en situaciones límite

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