En nuestro país hay unos 190.000 bares pero en la España despoblada están desapareciendo del mapa. En Fresneda de la Sierra, una pequeña localidad de Cuenca, sus apenas 40 vecinos se dieron cuenta de lo que eso supondría para la vida social del pueblo y decidieron rebelarse contra su cierre.
Isabel y Jesús llevan muchos años sirviendo algo más que cafés y cerveza entre sus vecinos del pueblo, en Fresneda de la Sierra, en Cuenca. "Somos pocos vecinos aquí, y cuando nos juntamos esto es una alegría", nos cuenta una vecina. Otro vecino nos dice que si cierran el único bar del pueblo, este corre el peligro de quedarse abandonado porque "la gente se va".
Fresneda no tiene ni escuelas ni apenas establecimientos donde poder realizar la compra, lo que convierte al bar en su único corazón social.
Cada vez son menos los bares que quedan en la España despoblada. En 2010, la cifra de bares abiertos en Castilla-La Mancha pasó de ser 9.171 a 8.079, en 2016. Pero en este pueblo manchego, los vecinos se han movilizado para que no les cierren 'su' bar.
Para ello, han logrado un acuerdo con el nuevo encargado del negocio en las condiciones de traspaso. Le ofrecen una vivienda opcional, leña gratis y 100 euros al mes de alquiler. "Lo hemos hecho de esta manera para que la persona que se interese de verdad no diga que lo coja hoy y lo abandone mañana", nos dice Jesús, propietario del bar.