Parto
Da a luz en casa con su matrona al teléfono: "Lo saqué yo con mis propias manos"
Esther tuvo que dar a luz en su casa. Empezó a sentir las contracciones y no le dio tiempo a ir al hospital ni tampoco pudo esperar a que llegaran los sanitarios a su domicilio. Con la única ayuda de su marido y una sanitaria por teléfono, su bebé vino al mundo sano y salvo.
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El momento más esperado de un embarazo es el parto, ese instante en el que por fin la madre y su bebé se verán las caras y harán el 'piel con piel'. Para Esther, este ansiado momento se complicó porque no consiguió llegar al hospital y dio a luz en su casa, junto a su marido y con su enfermera al teléfono. En apenas unos instantes y "sacándole con sus propias manos", Esther trajo a su hijo Aimar al mundo.
Sintió las contracciones y todo fue muy rápido
Todo sucedió como si fuese una película, Esther se despertó por una contracción. "Empecé a tener contracciones fuertes" contaba. La futura mamá se fue a duchar para ir al hospital, pero no llegó a salir de la bañera, "Las contracciones venían tan seguidas, cada dos minutos, que yo no me podía ni mover" recuerda. Ella y su marido llamaron a la ambulancia, aunque después de esperar, "no les dio tiempo a llegar". Todo fue muy rápido, porque el pequeño Aimar tenía prisa y en 15 minutos nació.
La mamá y el bebé están bien
Esther y Aimar se encuentran perfectamente y lo recuerda con mucho sentimiento y emoción: "Es súper emocionante, lo saqué yo, todo yo, mi marido al lado" . Su marido estuvo apoyándola: "Iba calmando a mi mujer, dándole ánimos" . Aunque no estaban solos, por teléfono, dando las indicaciones pertinentes se encontraba su matrona, "Ella me iba ayudando", contaba Esther.
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"Se te olvida respirar"
La mamá primeriza seguía las indicaciones de la enfermera, Paloma Cabanillas, "Me iba palpando para decirle las sensaciones que tenía" . Poco a poco, los padres inexpertos comenzaron a ver la 'cabecita' de su hijo Aimar, con muchos nervios los minutos pasaron y el bebé salió. "Me lo puse en el pecho" , Aimar no lloraba "fueron unos minutos de angustia y nervios" pero al final Aimar lloró con mucha fuerza. Ahora y con un bebé de tres kilos en sus brazos, esta mamá -tan valiente- descansa y respira tranquila. Los partos en casa, son circunstancias poco habituales, pero que se dan hasta cinco veces al día, según indican los expertos como Paloma, la matrona de Esther.
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