La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) Rondas BCN es ya una cuestión inminente. A una semana del cambio de año, la capital catalana ultima los detalles de un proyecto que desde el 1 de enero restringirá la circulación en una área de unos 95 kilómetros cuadrados a los vehículos que, por su elevado grado de contaminación, no disponen del distintivo ambiental de la DGT. Las mismas etiquetas son las que servirán a Madrid para continuar con sus planes contra los coches, motos y camiones con más emisiones: desde el próximo miércoles, los vehículos sin distintivo tampoco podrán aparcar dentro de la M30.
Aunque en ambos casos los más perjudicados serán los vecinos, estas prohibiciones afectarán a cualquier conductor español. Según datos de la DGT, el 46 % de los 33 millones de vehículos que hay en España no tienen distintivo, aunque muchos de ellos no se utilizan. Y de los que sí siguen circulando, que son unos 26 millones, se estima que los afectados serían el 20 % (5,2 millones de vehículos).
ZBE en Barcelona
El cambio va a revolucionar la movilidad en toda Barcelona y cinco de sus municipios limítrofes. Allí, hasta ahora se habían decretado restricciones similares en casos extremos de contaminación, pero nunca se habían llegado a poner en práctica. Se estima que este afectará a unos 110.000 vehículos. "Lo tenemos todo preparado", destaca Antoni Poveda, vicepresidente de Movilidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Sin embargo, aún con las 120 cámaras y 40 señales instaladas en accesos y salidas de las Rondas pero también dentro de la ciudad, queda mucho por hacer. Generalitat, AMB y ayuntamientos implicados llevan tiempo situando las mejoras en transporte público en paralelo a las ZBE, aunque no se ha apreciado ninguna actuación en infraestructuras que pueda absorber los previsibles cambios en la movilidad.
Quizá por eso, las administraciones competentes anunciaron hace poco que hasta el 1 de abril no se empezarán a poner sanciones (la mínima, de cien euros) y que los afectados tendrán diez autorizaciones al año para circular por la ZBE. También han introducido una moratoria de un año para minimizar las multas a furgonetas, camiones, autocares y buses sin distintivo.
"Somos muy conscientes de la crisis climática y queremos ser parte de la solución, pero las ZBE llegan tarde y de forma precipitada", lamenta Carlos Folchi, secretario general de la Asociación General de Autónomos-Pymes Transportistas de Catalunya, uno de los colectivos afectados y que denuncia que "la ordenanza es inasumible" para un sector lleno de autónomos.
También talleres de reparación, aficionados a los vehículos clásicos o usuarios de la motocicleta, uno de los vehículos más usados en la capital catalana, están molestos y llevan meses expresando sus quejas por la medida.
Más restricciones en Madrid
Madrid también sigue adelante con su plan Madrid 360, que comprende casi todo el distrito centro de la capital, para expulsar a los coches más contaminantes en 2025. En unos días, cuando eche a andar el nuevo año, los coches sin pegatina de la DGT no podrán aparcar en todo el área con parquímetro, mientras que los residentes en el interior de la M-30 solo lo podrán hacer en su barrio. En 2022, no podrán circular por este área, en 2023 quedarán también fuera de la M-30 y en 2024 solo los vecinos podrán usar estos coches en la capital, que quedarán desechados en 2025.
Sin embargo, el PP quiere suavizar la aplicación de la zona de baja emisiones. Los populares proponen que se permita el paso de los coches con etiqueta 'C' y más de un pasajero pero se han encontrado con la oposición de la vicealcaldesa de Ciudadanos, Begoña Villacís, la izquierda y los ecologistas, que lo consideran un paso atrás, pues permite que atraviesen el centro vehículos que ahora solo pueden acceder si van a un aparcamiento.
