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Manada de Manresa

'Manada de Manresa': Dos de los condenados no aparecen y el juez ordena buscarles para que entren en prisión

Dos de los condenados por abuso sexual a una menor en Manresa en 2016, caso conocido como la ‘manada’ de Manresa, no han comparecido este martes ante la Audiencia de Barcelona. Tampoco lo hicieron la semana pasada y por este motivo el juez dicta orden de busca y captura e ingreso en prisión

La sección 22 de la Audiencia de Barcelona ha acordado dictar orden nacional de búsqueda y captura e ingreso a prisión para dos de los condenados por un delito de abuso sexual a una menor en Manresa, que no han comparecido en la vista para resolver si ingresaban en prisión después de que así lo hubiera solicitado al Fiscalía.

Dos de los acusados citados a la vista del día 11 no comparecieron y, ya la fiscalía pidió para ellos busca y captura. Hoy tampoco lo han hecho y por eso el juez ha dictado la orden de búsqueda y captura e ingreso en prisión.

Sí ha comparecido este martes un tercer condenado, cuyo abogado, David Maraver, ha rechazado el encarcelamiento preventivo argumentando que su cliente ha cumplido la medida cautelar de presentarse semanalmente a un juzgado. Asimismo, ha descartado el riesgo de fuga porque su defendido tiene arraigo en España: vive en la provincia de Barcelona con su familia y tiene trabajo. El letrado también ha recordado que, como el resto de partes, presentó recurso contra la sentencia, en su caso por falta de pruebas que, según él, acrediten que su cliente participó en los hechos.

La sentencia

La Sección 22 de la Audiencia de Barcelona dictó penas de entre 10 y 12 años para los cinco jóvenes mayores de edad por la violación múltiple a una niña de 14 años en Manresa en 2016. Les condenó por delito de abuso sexual a menor, pese a que Fiscalía al final del juicio acusó por agresión sexual. Por este motivo, el Ministerio Público anunció que recurriría el fallo.

El tribunal justificó su resolución argumentando que los acusados no tuvieron que recurrir a la violencia ni a la intimidación porque la víctima estaba inconsciente tras haber injerido alcohol y marihuana. “Estaba en estado de inconsciencia, sin saber qué hacía y no hacía, y consecuentemente, sin poder determinarse y aceptar u oponerse a las relaciones sexuales que con ella mantuvieron la mayor parte de los procesados”, subrayó la sentencia.

Los hechos ocurrieron en octubre de 2016 durante un botellón organizado en una nave abandonada de Manresa.

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