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SOBRE EL RESCATE DE JULEN

Manuel Liñares, minero, sobre sus compañeros asturianos: "Para esto fueron y se les estaba haciendo muy largo no poder actuar"

Sólo un minero sabe lo que es estar al fondo del pozo y Vicente Vallés ha querido hablar con uno de ellos para conocer qué se puede sentir cuando uno está a tantos metros bajo tierra. Manuel Liñares, minero durante 25 años en las minas de León y de Palencia, nos relata la vivencia que estarán viviendo sus compañeros.

Manuel Liñares tiene mucha experiencia como minero y sabe bien lo que se puede sentir dentro del pozo de Totalán. En su opinión, sus compañeros mineros "se habrán sentido ya tranquilos porque para eso fueron y se les estaba haciendo ya muy largo no poder actuar".

Cree que ha tenido que ser difícil porque ellos van a hacer su trabajo y saben lo que tienen que hacer y todos estos inconvenientes te meten cada vez más presión y mucha tensión.

Encontrar la dirección hacia dónde picar es algo más complicado. En su opinión, "los mineros lo habrán calculado con la topografía y ellos solo tienen que meterse en la cápsula con la ventana que tiene, ponerse con la inclinación que le hayan dicho y llegar a donde quieren llegar".

En cuanto a la seguridad de los mineros, Liñares cree que tendrán que estar asegurándose de que no hay derrumbes dentro y tendrán que ir asegurando el terreno. "Según sea el terreno, tendrán que ir poniendo maderas si el terreno es blando, con cuadros de madera y así no tener ningún problema",.

Tendrán que estar de rodillas porque en esas dimensiones de un metro aproximadamente tienen que estar en esa posición para trabajar. En estas circunstancias, en su opinión, los mineros pueden estar entre 30 y máximo 50 minutos y los relevos tienen que ser constantes.

La comunicación con el exterior se hace por unos aparatos que se llaman 'genéfonos', tienen una rueda que la giras y suena arriba, porque la señal de móvil ahí abajo no llega.

En la zona de los escombros que tienen que manejar no cree que haya gases, ese es un riesgo más de las minas de carbón, pero no de este tipo de terreno, así que "ese riesgo no existe".

En cuanto a las herramientas, Liñares dice que estarán usando unos martillos de picar que son unos martillos de unos siete kilos, que llevan una pica adelante que son de presión y que el puntero que lleva delante se mueve para picar. En caso de hacer microvoladuras los mineros utilizarán martillos de barrenar que son como unos taladros que hacen microperforaciones en las que meten la dinamita dentro.

En el momento en el que lleguen al niño Julen, la previsión es que "seguramente los mineros no se encarguen de subir al niño y posiblemente las autoridades que están sobre el terreno bajen en ese momento", ha afirmado.

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