Una vigilante de seguridad fue quien le realizó las maniobras de reanimación a la última víctima del Madrid Arena. La joven de 20 años Maria Teresa Alonso Vinater, que falleció este jueves tras casi un mes en estado crítico, permaneció media hora sin atención médica.
Según el sumario, Teresa perdió el conocimiento sobre las 3 y media de la madrugada y fue a las 4 cuando una vigilante de seguridad la encontró e intentó reanimarla sin éxito.
Según consta en este atestado policial el Samur llegó cinco minutos más tarde y estuvieron hasta las 4 y 25 realizándole maniobras de reanimación. Tras solicitar refuerzos sanitarios ante "la gravedad que presentaba" Teresa consiguieron reaminarla, pero ya era demasiado tarde.
La joven comenzó a ser reanimada en los exteriores del Madrid Arena, en la salida más próxima del recinto a tan solo 200 metros. Cuando una de las patrullas destinadas en la zona llega al lugar, Maria Teresa se encuentra tendida en el suelo y una persona del servicio de seguridad le realiza la maniobra de recuperación, colaborando componentes de la patrulla hasta la llegada del Samur y el posterior traslado de la joven al hospital.
Ninguno de estos priofesionales, ni los agentes, ni los efectivos del Samur sabían cómo ha llegado hasta allí. Elvira, la a amiga con la que entró a la fiesta pasada las 3 de la mañana asegura que buscaron a su amiga y vieron como quedaba sepultada en la avalancha, hasta que un chico la sacó de la montonera y comenzó a reanimarla
Maria Teresa y sus amigos sólo pasaron dentro del recinto 50 minutos. Una vez que el Samur logra estabilizarla, la joven es trasladada a la Fundación Jimenez Díaz, donde fue ingresada en la UVI con pronóstico muy grave.
La víctima sufrió aplastamiento torácico y una anoxia, falta de óxigeno durante demasiado tiempo. Las lesiones provocadas por el aplastamiento sufrido en la avalancha del Madrid Arena fueron demasiado graves y, a pesar de ello, Maria Teresa no dejó luchar hasta hace tan sólo unas horas.
