En Málaga hay confirmados más de 10 colegios estafados por la falsa ONG que utilizaba asociaciones de padres de alumnos para recaudar dinero mediante la venta de material escolar.
Tras conocerse el engaño, las denuncias no paran de llegar por lo que no se sabe de momento el número exacto de afectados.
Solo en un colegio de Alhaurín de la Torre hay más de 300 familias afectadas. La estafa podría extenderse a colegios de todo el país.
Linceci estafó 5 millones pidiendo fondos contra el cáncer infantil y para emergencias en el tercer mundo
Agentes de la Policía Nacional desarticularon este viernes una organización criminal que se dedicaba a recaudar dinero para luchar contra el cáncer infantil y para emergencias en el tercer mundo, pero utilizaban los fondos en su propio beneficio. La empresa, Linceci, llegó a estafar cinco millones de euros, según ha estimado la Policía.
En una rueda de prensa en la Jefatura Superior de Policía de Aragón, el jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO), Alberto Larripa, y el inspector jefe del Grupo II de Delincuencia Económica y Fiscal, Santiago, han explicado que la operación, denominada 'Andes', sigue abierta y que no se descantan más detenciones.
La investigación se inició en julio de 2018, cuando la Fiscalía remitió a la Policía Nacional una denuncia de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón (ASPANOA), que habían observado que una sociedad, denominada Linceci, se estaba aprovechando de las investigaciones sobre el cáncer infantil para su lucro personal.
Los agentes constataron que Linceci estaba legalmente registrada como una asociación sin ánimo de lucro, cuando era una organización dedicada exclusivamente al mantenimiento empresarial y al lucro particular de las personas que la dirigían. Además, esta entidad tenía ramificaciones en Perú.
A través de numerosas gestiones de investigación, tanto en el extranjero a través de Interpol como con el estudio de cuentas bancarias y de varias empresas que tenían creadas para mover el dinero, la Policía comprobó que con una mínima donación, de efectos como juguetes, o incluso a través de eventos lúdicos-deportivos que organizaban, se publicitaban como una asociación sin ánimo de lucro para la defensa de las investigaciones del cáncer infantil.