La memoria de Julio Martínez Arias, asesinado en el campo nazi de Gausen, vuelve 82 años después a su casa de A Coruña

Julio combatió en la Guerra Civil y en la Guerra Mundial motivado por unas férreas ideas progresistas que en 1941 le llevaron a la muerte en un campo de exterminio nazi de Hartheim. Ochenta años después, su familia recibe el reconocimiento merecido a su incansable lucha.

Julio, nació en A Coruña en 1914 y con tan solo 26 años se incorporó a las filas del ejército de la República para luchar contra el alzamiento nacional. Luchó convencido por la causa hasta que el propio desarrollo de la guerra le dio, muy a su pesar, la certeza de que Franco iba a ganar. Fue entonces cuando, alertado por la represión que iba a recaer sobre el bando derrotado, viajó a Barcelona para intentar huir a Francia.

Cuando el día 1 de abril de 1939 sonó por la Radio Nacional de España aquel "cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado", Julio ya había conseguido cruzar la frontera y se encontraba, sano y salvo, a las afueras de París.

La salvación no duró mucho y, alentado de nuevo por sus firmes ideales, se alistó a la resistencia y encaró la lucha contra el nazismo, donde llegó a convertirse en sargento.

Sin embargo, fue capturado por el ejército nazi y encarcelado en un campo de prisioneros. Poco después, fue trasladado al centro de exterminio de Gausen, uno de los subcampos de concentración de Mauthausen. Allí, un día después de cumplir 27 años, fue gaseado.

Ahora, ocho décadas después de su muerte, su familia ha recibido la honra de Julio y ha recuperado parte de su memoria y de una historia que estaba destinada al olvido. Su sobrina, Natividad Martínez, ha recibido en su nombre una losa del proyecto Stolpersteine, convirtiéndose en el primer gallego deportado a un campo nazi reconocido con esta famosa condecoración.

Piedras de la memoria

El proyecto Stolpersteine, cuyo término en alemán significa 'piedra de tropiezo' y designa a una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante, es iniciativa del artista alemán Gunter Demnig. Esta conmemoración ya cuenta con más de 75.000 'piedras de la memoria' que se han colocado para recordar a los deportados y asesinados del nazismo entre 1933 y 1945.

Estos pequeños monumentos son losas o bloques grabados con los datos de la víctima. Nombre, fecha de nacimiento, datos de deportación y fecha de fallecimiento o liberación son los datos que resumen toda la vida y lucha de las víctimas, que ya forman parte de la memoria histórica. Una iniciativa que permite que combatientes, como Julio, vuelvan por fin a la casa que nunca pudieron regresar.

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