Diez de los 38 trabajadores heridos en el accidente del autobús de General Motors (GM) están ingresados en estado grave en distintos hospitales.
Del total de heridos, cuatro han sido dados de alta tras recibir tratamiento médico, mientras que el resto se encuentran internados en los hospitales Miguel Servet, Clínico Lorenzo Blesa, Royo Villanova, Quirón, Montpellier, Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ) y Montecanal.
José Juan Arceiz, presidente del comité de empresa de GM en Figueruelas, ha dicho que los heridos sufren cortes, distintas contusiones y roturas de diversa índole, aunque ha adelantado que no se teme por la vida de ningún trabajador.
Al parecer, las heridas más graves las tiene el conductor del autobús, de la empresa Therpasa, que presta el servicio de transporte de trabajadores de la multinacional automovilística.
Gran despliegue policial y sanitario
En las tareas de asistencia y evacuación de los heridos el Servicio Aragonés de Salud movilizó cuatro UVI móviles, nueve ambulancias convencionales, dos de Soporte Vital Básico y otros dos vehículos dotados de médico y enfermera. A estos recursos se sumaron otra UVI móvil, una ambulancia del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza y un Soporte Vital Básico de Cruz Roja.
El consejero de Política Territorial, Justicia e Interior, Rogelio Silva, ha destacado la buena coordinación de los distintos servicios de emergencia que han participado en las tareas de rescate de los heridos.
A los 38 trabajadores les sorprendió el accidente cuando regresaban a casa tras cumplir con el turno de noche en la factoría de GM en Figueruelas, a una treintena de kilómetros de Zaragoza.
La Policía Local investiga las causas de este accidente, en el que el autobús se precipitó desde una altura de unos 6 metros a uno de los túneles de acceso a la estación intermodal Delicias de la capital aragonesa.
El autobús rompió la valla de protección de la calzada y cayó para estrellar su frontal contra el suelo, según fuentes policiales, que aún no han determinado las causas del siniestro.
