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para descartar cualquier problema de salud
Metro de Madrid hará reconocimientos médicos a 1.000 empleados por el amianto
Metro de Madrid pretende "dar respuesta a situaciones de inquietud y preocupación que se han manifestado entre los trabajadores, a raíz de los casos de enfermedad profesional que se han declarado recientemente".
Metro de Madrid va a hacer reconocimientos médicos a 1.000 trabajadores en lugar de los 470 previstos inicialmente para descartar cualquier problema de salud relacionado con la presencia de amianto y ofrecerá a toda la plantilla la posibilidad de someterse a estas pruebas de forma voluntaria.
Estas decisiones son fruto del acuerdo alcanzado entre la dirección de Metro y los sindicatos que participan en la comisión de seguimiento de la estrategia de acción para la gestión del amianto en el suburbano madrileño, según ha informado el Gobierno regional en una nota de prensa.
Los 470 trabajadores incluidos inicialmente en los reconocimientos médicos obligatorios están encargados del material móvil del suburbano. A ellos se sumarán otros colectivos como el de escaleras mecánicas, obras y señales, entre otros, hasta legar a la cifra de 1.000 personas.
Hasta el momento, más de 390 empleados ya han llevado a cabo las pruebas médicas, todas ellas con resultado negativo. En los próximos días, la dirección de Metro comunicará las condiciones en las que todos los trabajadores en activo de la empresa podrán solicitar si lo desean la realización de pruebas específicas, más allá del reconocimiento médico anual.
De esta forma, Metro de Madrid pretende "dar respuesta a situaciones de inquietud y preocupación que se han manifestado entre los trabajadores, a raíz de los casos de enfermedad profesional que se han declarado recientemente". Hasta el momento, cuatro trabajadores de Metro de Madrid han sido diagnosticados con una enfermedad profesional relacionada con su exposición al amianto, un material nocivo para la salud cuya fabricación, utilización y comercialización está prohibida en España desde 2002. Desde el suburbano madrileño han insistido en que "no existe riesgo de exposición ni para trabajadores ni para usuarios".
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