El diseñador estadounidense Michael Kors no defraudó en la Semana de la Moda de Nueva York con diseños de estilo clásico y sofisticado que caracterizan a la prestigiosa casa de moda.
Los abrigos abotonados de líneas rectas en colores neutros como el camel, el negro o el gris en varios tonos fueron los protagonistas, así como los típicos estampados tartán que recuerdan al estilo del caballero británico.
Kors presentó asimismo pantalones de traje holgados en tonos grises y negros, de talle alto y que se ajustan a la cintura con armoniosos cinturones, los cuales combina con anchas camisas que muestran un discreto escote para dar un toque de sensualidad.
La firma también recuperó el clásico "trench" (gabardina), que presentó en tonos verde oliva en su versión más moderada, o en cuero de color vino para las mujeres que quieren darle un toque diferente a su vestimenta.
Para las prendas exteriores, dominó asimismo la piel de zorro, que se llevó tanto en largos y voluminosos chalecos en negro y gris, chaquetas cortas en camel, o chaquetones hasta la rodilla en rosa oscuro.
Durante el día, la firma apostó por faldas drapeadas también en tonos neutros que terminaban por encima de la rodilla en su parte delantera, pero que caían hasta media pantorilla por detrás para crear un elegante movimiento de la prenda al caminar.
Para la noche, Kors se decantó por los brillos en vestidos midi (por debajo de la rodilla) ajustados a la cintura y de falda drapeada en negro, plateado y dorado, colores que en ocasiones combinó elegantemente con estampados animales.
En sus piezas de gala, la casa de moda estadounidense echó mano de lentejuelas negras y largos flecos en un guiño a los años 20 tanto en vestidos por debajo de la rodilla, ceñidos a la cintura y con profundos escotes en pico, como en vestidos más cortos en palabra de honor.