Publicidad

VUELVE A NACER BAJO TIERRA

Michell Vargas, periodista venezolana perseguida por el régimen de Nicolás Maduro, siente la muerte más cerca que nunca

La joven pasó treinta eternos minutos en una fosa. La lápida cedió y cayó en la tumba mientras colocaba unas flores.

La joven, a la que su entorno llama cariñosamente Michu, lleva un mes en España y vino en busca de asilo político. El domingo acudió a una entrevista de trabajo en el municipio de Hortaleza, Madrid. Al final de la cita, salió tan contenta que pensó en agradecer a la ciudad todo lo que le ha dado en el tiempo que lleva aquí.

Al pasar por el cementerio, la joven decidió que pondría unas flores a la tumba que más fea le pareciera. Después de recorrer el cementerio, encontró una en total abandono: no había flores, parecía muy antigua y la inscripción apenas se leía. Michu decidió que sería aquella.

Fue entonces cuando, al poner un pie en la lápida para leer el nombre, la piedra se partió y ella calló en la tumba. Uno de los trozos de la lápida, impactó directamente con su cabeza provocando la herida de mayor gravedad. Una brecha de doce centímetros.

Aturdida y con la cabeza sangrando, consiguió marcar el número de Carleth Morales, presidenta de la asociación de periodistas venezolanos en España. “Estoy dentro de una tumba y tengo rota la cabeza. Yo creo que me voy a morir, ayúdame.” son las palabras que escuchó Carleth al otro lado del telefóno. Ella enseguida avisó al 112, que poco después llegaba al rescate de Michu.

Hoy la joven ha vuelto al cementerio a dejar las flores en el sitio que siempre quiso.

Publicidad