Zahoríes
Miguel y Lara, los zahoríes capaces de encontrar corrientes de agua subterráneas con un "éxito del 100%"
La de zahorí es una profesión en desuso que Miguel lleva ejerciendo desde hace más de 30 años, ahora también con su hija, Lara.
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De la misma manera que existen personas con una sensibilidad especial para captar ciertos gustos o aromas, hay otras que tienen una gran facilidad para encontrar agua subterránea. Es el caso de los zahoríes que, sirviéndose de un péndulo y varillas, son capaces de marcar pozos de agua sin ni siquiera excavarlos.
No obstante, no sólo son poseen la habilidad de dar con puntos de agua, sino que además pueden determinar la profundidad a la que se encuentra la corriente, así como su potabilidad y caudal. Caminando al mismo tiempo que sostienen el péndulo por la cuerda y, cuando éste empieza a girar, es porque está siendo perturbado por la energía procedente de la corriente.
Miguel y Lara, zahoríes expertos
Miguel es uno de esos zahoríes y lleva más de 30 años marcando posibles pozos con una garantía de éxito, asegura, del 100%. "El primer pozo que marqué fue en una finca, cuando tenía 23 o 24 años, y salió agua", explica. Todo comenzó como una afición que ahora comparte con su hija, Lara.
"Sé por dónde van (las corrientes de agua) y puedo precisar la profundidad y la cantidad que lleva", explica Lara. Este verano no han parado y, de hecho, han tenido hasta lista de espera. "Ha habido algunos que les he tenido que hacer esperar entre un mes y mes y medio", asegura Miguel.
Han ayudado a Pedro a encontrar agua
"Estoy intentando sacar agua, a ver si Miguel, con un poquito de suerte, me saca algo", comenta Pedro, un ganadero que ha tenido suerte y ya tiene un punto de agua localizado y ahora necesita la ayuda de Miguel y Laura, quienes le señalan las corrientes con tan sólo mirar. El péndulo les sirve para confirmar su teoría, marcando también la cantidad de agua, dependiendo de si gira más o menos rápido.
Con este segundo punto de corriente ya marcado, ahora Pedro tiene que pedir todos los permisos a la Junta de Castilla y León, un proceso de una duración de alrededor de cuatro meses tras el cual ya podrá tener disponible, y en uso, el nuevo pozo. "Estoy muy contento, a ver si hay suerte", manifiesta.
La sequía ha hecho mella, pero Miguel y Lara, expertos zahoríes, dicen que el subsuelo está lleno de agua esperando para ser encontrada.
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