Leucemia infantil
El milagro del pequeño Mathías, de no tener esperanza de sobrevivir por una leucemia linfoblástica aguda a curarse en un mes
Matías es venezolano, tiene siete años pero lleva seis en España. "Es un niño muy alegre, siempre jugando, brincando”, nos dice su madre Yessenia Chacón.
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A los diez meses se le diagnosticó una leucemia linfoblástica aguda B. Es la más frecuente de las leucemias infantiles. Se trata de un tipo de cáncer infantil en el que la médula ósea empieza a producir demasiados linfocitos, unas células que forman nuestro sistema inmunitario. El problema es que estos niños producen demasiados linfocitos, que además no funcionan correctamente.
"Me ayudaron a recaudar fondos para venirnos", dice la madre del pequeño. Sus padres lo dejaron todo, su familia y sus empleos. Él, era bombero en su país y ella, enfermera. Todo esfuerzo merecía la pena para tratar de salvar la vida a su hijo.
En España, empezó para Mathías una larga andadura por distintos hospitales. Se le hizo un trasplante de médula con su hermana de 5 años como donante, pero no fue suficiente. Tuvo varias recaídas. La última, hace unos meses, cuando el pequeño cuerpo de Mathías desarrolló un tumor secundario en el abdomen y una sintomatología avanzada. Sus padres no veían una salida. "Sabía que las posibilidades eran muy pocas, mi hijo estaba en fase terminal avanzada", dice Yessenia emocionada.
La terapia que le ha devuelto la vida
"Sólo cuando vives algo así, sabes lo que significa". Pero una terapia experimental llamada Car-T tándem le ha devuelto la vida al pequeño. En 28 días la masa tumoral, desapareció por completo. Y sin efectos secundarios.
"Se ha utilizado un nuevo tipo de de Car-T, denominado CART-T tándem, que no solo reconoce una molécula tumoral ( CD19), sino que reconoce otra adicional (CD22). De esta forma, si los tumores ocultan una de ellas, la terapia puede seguir funcionando", dice el doctor Victor Galán, integrante del equipo del Doctor Pérez.
Una terapia experimental realizada en el Hospital La Paz y aplicada gracias a un proyecto de la fundación Cris contra el cáncer.
Una pequeña cantidad, 1,8 centilitros de CAR-T dual, ha permitido la supervivencia de Mathías. “Mathías es un claro ejemplo de cómo la investigación puede salvar vidas y ofrecer otras oportunidades a los pacientes de cáncer”, explica el doctor Antonio Pérez. jefe del servicio de Hemato-Oncología del Hospital Universitario La Paz.
"Lo ves con esas ganas de vivir que te da las fuerzas para seguir", dice la madre de Mathías. La Fundación CRIS contra el cáncer ha invertido más de 7.000 millones de euros en la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en cáncer infantil.
"Siento una alegría y una paz", dice la madre del menor. Un sueño cumplido y una pesadilla que ya es solo un vago recuerdo.
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