Círculos, cruces... los lorquinos, sobre todo los del barrio de la Viña, se han encontrado al volver a su casa que diferentes símbolos de color negro y rojo les impide volver a vivir en sus casas. A pesar de que se encuentran en riesgo de derrumbe, muchos se atreven a entrar en los inmuebles para poder recoger sus cosas.
En una de esas casas, el portal está completamente hundido, y apoyado todo el suelo sobre un coche del garaje que en cualquier momento puede ceder. El tiempo se ha detenido en Lorca, Benito comenta frente a las ruinas de la que fue su casa que "estoy viendo una falda de mi hija, y el vestido de Comunión debe estar por ahí también".
Otra mujer explica que "salimos con lo puesto, todo lo que llevo es prestado". Decenas de familias intentan recuperar lo básico a pesar del peligro. Sus casas están marcadas con cruces rojas y negras.
Paco se instaló con su familia en uno de estos edificios hace años. Aquí crecieron sus hijos que son hoy los que le dan cobijo. "Acabamos de pagar la casa hace un año; toda la vida luchando para tenerla y ahora todo se ha echado a perder".
En las casas algo más estables, desatornillan cocinas, se llevan electrodomésticos y puertas. Camionetas cargadas de vidas enteras en dirección a casa de familias y amigos. Casi un centenar de edificios están en mal estado, y eso que todavía quedan muchas casas por revisar.
