Ministerio y rectores acuerdan que sea muy parecida a la selectividad

Los alumnos no tendrán que examinarse de ninguna asignatura de primero de bachillerato. Las pruebas solo afectarán a asignaturas troncales de 2º -seis en lugar de ocho-. De las seis pruebas, cuatro puntuarán sobre 10 y los otros dos servirán para subir nota hasta 14. Es decir, para entrar en la universidad solo cuentan cuatro asignaturas: las comunes Historia de España, Lengua y Literatura castellana II y primera lengua extranjera, y una de su especialidad. Las otras dos pruebas las necesitarán solo los que necesiten subir nota para entrar en el grado deseado, no harán media y servirán para hacer un diagnóstico de nivel.

El lunes 28 el ministro de Educación tratará estas novedades con las comunidades autónomas y se redactará la orden ministerial que fije esta reválida o nueva selectividad. Las comunidades, aunque son las que tienen que gestionar las pruebas, las harán de acuerdo con sus universidades.