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APLICANDO LA MANIOBRA DE HEIMLICH
Un mosso d'Esquadra salva a una niña de tres años que se ahogaba con una chuchería
El agente escuchó los gritos de auxilio de los abuelos de la pequeña y corrió a socorrerla. Rodeó con sus brazos a la pequeña por detrás, le puso el puño por debajo del esternón y le dio tres golpes secos.
Un agente de la unidad antidisturbios de los Mossos d'Esquadra ha salvado a una niña de 3 años que se estaba ahogando al atragantarse con una chuchería, ya que el agente la rodeó por detrás y le dio tres golpes secos y cortos, aplicando la maniobra de Heimlich, lo que le permitió volver a respirar.
Según ha informado la policía catalana, esta actuación del mosso se produjo el pasado sábado, 27 de agosto, cuando se encontraba efectuando un servicio de seguridad en el exterior de la terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona, en el Prat de Llobregat.
Hacia las 20.00 horas, unos padres y su hija de tres años fueron a recoger en la terminal 1 del aeropuerto a los abuelos de la pequeña, que regresaban de un viaje a las islas Canarias. Tras aterrizar, los abuelos le compraron unas chucherías a su nieta, que se atragantó, por lo que la familia empezó a pedir ayuda. Carles, un agente antidisturbios, oyó los gritos de auxilio y corrió hacia la niña.
En su carrera hacia el lugar, el agente se sacó el chaleco y otras partes de su dotación policial que le podían molestar para ayudar a la niña, a la que le costaba mucho respirar y se empezaba a poner de color azul. El agente rodeó con sus brazos a la pequeña por detrás, le puso el puño por debajo del esternón y le dio un golpe seco y corto, aunque tuvo que repetir otras dos veces la maniobra de Heimlich para que finalmente funcionara.
La niña empezó a toser, extrajo dos trocitos de la chuchería de goma y recuperó la respiración, aunque todavía le quedaba algún pequeño resto más, que expulsó cuando pudo beber el agua que le dio el conductor de un autocar que pasaba por la zona.
El mosso, que está en la unidad antidisturbios (BRIMO) desde hace cuatro años, recibió formación de primeros auxilios en el curso de acceso al cuerpo, hace ya 21 años, y en algún otro curso de actualización a lo largo de su carrera profesional, según la policía catalana. Padre de tres hijos, el agente es la primera ocasión en la que tiene que practicar esta maniobra.
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