Pese a esa recomendación, el levantamiento de las restricciones en Madrid se ha notado en las estaciones de tren. En la de Atocha, hoy había mucha más actividad que en días anteriores. Estamos en vísperas de un fin de semana largo por el puente del Pilar, pero muchos han decidido marcharse hoy mismo de Madrid después de que el TSJM rechazara las medidas que limitan la movilidad en la Comunidad de Madrid por el coronavirus.
Las dudas sobre lo que podrá pasar en las próximas horas se han reflejado en Atocha durante todo el día. Se ha visto, sobre todo, a universitarios que dejan la capital para pasar el puente en sus casas.
Se disparan las búsquedas
Los más jóvenes no se lo han pensado dos veces: "Nos vamos a casa el fin de semana". En Atocha hemos visto a muchos universitarios con prisa por salir de Madrid: "Vuelvo a mi casa para aprovechar el puente y ver a los familiares". A casa o de vacaciones. Dos horas después de conocer la noticia, las búsquedas de los madrileños para irse de puente se han disparado casi un 10%: "O sea, ¿que ya puede salir todo el mundo de Madrid?".
Sí, aunque la Comunidad de Madrid lanza un mensaje muy distinto: "Pedimos a los madrileños nuevamente no salir de Madrid", ha dicho Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la CAM. Algo que también preocupa al Gobierno: "Implica riesgos, yo creo que tenemos que ser conscientes", asevera el director del CCAES, Fernando Simón. Asimismo, preocupa a otras comunidades: "No es momento para hacer viajes...".
Los hoteleros, contentos
Pero aun así, los madrileños ya han empezado a llegar, por ejemplo, a Valencia: "Muy contenta, a pasar el puente he venido. Había estudiado aquí y ahora aprovecho la oportunidad para estar aquí unos días". Los hosteleros los esperan con los brazos abiertos: "Es una buena noticia, esperamos que en el último momento llamen y se animen a venir".
Pero en la calle la sensación es distinta: "Me parece una mala decisión; por responsabilidad deberían quedarse ahí; que se queden en Madrid; no hace falta que vengan aquí a nada", opinan muchos ciudadanos. Tienen miedo de que la apertura de la capital multiplique los contagios en sus ciudades.
