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en Tapia de Casariego
Muere una ballena de más de 21 metros varada en la costa asturiana
La ballena mide 21,7 metros y han calculado que su peso se situaría entre 25 y 30 toneladas lo que dificulta su extracción del pedrero donde falleció
El ejemplar de Rorcual Común que murió el miércoles tras quedar varado en la cala del Figo, en Tapia de Casariego (Asturias), será rescatado del mar y trasladado a las instalaciones del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos para que se le practique la necropsia y determinar la causa de su fallecimiento.
Según un portavoz de la Consejería de Infraestructuras y Medio Ambiente, técnicos de este departamento, que ya se desplazaron a la zona para poner en marcha el protocolo habitual cuando un cetáceo queda varado en la costa, han tomado este jueves muestras de sangre, piel y grasa del cadáver del animal.
Además han determinado que la ballena mide 21,7 metros y han calculado que su peso se situaría entre 25 y 30 toneladas lo que dificulta su extracción del pedrero donde falleció, una zona de difícil acceso a la que no se puede llegar por tierra en vehículo. Esta circunstancia obligará a diseñar un dispositivo para recuperar el cadáver que, en principio, consistirá en arrastrarlo desde un barco por el mar a fin de dejarlo en un punto de la costa con una acceso más fácil que permita su extracción con una grúa para ser transportado al lugar donde se le realizará la necropsia.
Según la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), se trata de una especie común en las aguas del Cantábrico, aunque en el caso de este ejemplar presentaba unos patrones de coloración inhabituales, y no había precedentes de una ballena de este tipo varada en la costa asturiana desde hace veinticinco años, también en Tapia de Casariego.
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