Justicia
Muere de cáncer mientras esperaba el juicio de su divorcio en Sevilla
La última voluntad de Manuel, enfermo de cáncer, no se pudo cumplir: quería casarse con su actual pareja, de la que estaba enamorado. Su abogada denuncia el caso como ejemplo de los efectos de la lentitud de la justicia.
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Manuel padecía cáncer y su principal deseo antes de morir era divorciarse de su exmujer para poder casarse con su actual pareja. Pero el juicio no llegó a tiempo y no pudo cumplir su última voluntad. La vista para el divorcio se señaló con un plazo de 15 meses, pero Manuel falleció antes, a los 6 meses. No es un plazo muy amplio de señalamiento de un juicio, ya que hay quienes tienen que esperar varios años para la celebración de una vista judicial, pero era demasiado tiempo de espera para alguien con un cáncer terminal.
Yolanda Capellán era la abogada de Manuel y cuenta a Antena3 Noticias que su cliente incluso se llegó a personar en los juzgados de Lora del Río en Sevilla para intentar alguna opción de adelantar el proceso, algo que no consiguió. De haberlo logrado se habría cometido un delito. Asegura que “el caso de Manuel me marcó porque nadie podía hacer nada por él”.
Quería que la pensión la cobrase la persona de la que estaba enamorado
Según manifestó en su día a su abogada, Manuel no quería que su exmujer, de la que se había separado legalmente, cobrase la pensión de viudedad. Había rehecho su vida con otra mujer y deseaba que esa ayuda pudiera solicitarla la persona de la que él estaba enamorado y quien le había cuidado durante su enfermedad. Su letrada desconoce si tras el fallecimiento de Manuel, la exmujer ha solicitado cobrar la pensión.
Esta letrada saca a la luz el caso para poner de manifiesto lo que provoca la lentitud de la Justicia en la ciudadanía. “La justicia tardía ha ocurrido siempre, nadie lo ha remediado. No hay suficientes medios ni humanos ni materiales. El colapso en muchos juzgados es una realidad y ahora, con la huelga de los letrados de la Administración de Justicia, la situación va a peor”, asegura la abogada.
“Hemos normalizado cosas que no son normales. Un señalamiento de un juicio a dos años lo vemos normal y no debe serlo”
“Recuerdo otro caso. Uno de mis clientes falleció sin que se ejecutase la sentencia, y también recuerdo que, de un juicio que gané en 2013, mi cliente aún no ha cobrado lo que le debían”. Estos son algunos ejemplos de demoras judiciales que rememora la abogada. “Casos de este tipo nos pasan a diario a los letrados, pero estamos muy liados y no lo sacamos a la luz”. Sobre los plazos judiciales reflexiona: “Hemos normalizado cosas que no son normales. Un señalamiento de un juicio a dos años lo vemos normal y no debe serlo”.
Prioridad a los casos excepcionales
María Yolanda Capellán ejerce desde hace 27 años y está en el turno de oficio desde hace 25. Ella entiende que “habría que poner un parche, una ley que permita que estos casos tan flagrantes que dañan la moral social tuvieran una vía rápida”.
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Dar prioridad a los casos con circunstancias excepcionales, según Capellán, “no depende de los jueces, ni de los secretarios, ni de los abogados. No vamos en contra de nadie, solo es contar lo que está pasando y que se haga algo”. Algo que evite casos como el de Manuel.
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