La Manada

Muere Carlos Bacaicoa, el abogado que defendió a la víctima de La Manada

Bacaicoa ha muerto a los 69 años en su domicilio de Pamplona. Este abogado, con más de 40 años de carrera, fue el encargado de defender a la víctima de La Manada.

Los cinco miembros de 'La Manada'

Los cinco miembros de 'La Manada'Archivo

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El abogado pamplonés Carlos María Bacaicoa Hualde ha muerto este domingo por la noche a los 69 años. Bacaicoa era especialista en Derecho Penal y fue el encargado de defender a la víctima de La Manada de los Sanfermines de 2016.

El letrado, con más de 40 años de ejercicio, seguía perteneciendo al turno de oficio penal del Colegio de Abogados de la capital navarra, según revela El Diario de Navarra.

Bacaicoa fue uno de los once abogados que presentaron una querella ante el Tribunal Supremo contra todo el Gobierno de Pedro Sánchez, en nombre de 116 familiares de víctimas mortales del coronavirus por un delito de homicidio imprudente en la gestión de la pandemia.

Caso de La Manada

La noche del 7 de julio de 2016 Emergencias 112 en Pamplona recibió una llamada. Una pareja acababa de encontrar a una joven de 18 años desorientada en la calle. Los jóvenes preguntaron a la chica qué le ocurría ante su evidente malestar y ésta les confesó la agresión que acababa de sufrir. Una patrulla de la policía local llegó minutos después.

La joven conoció a los miembros de La Manada sobre las 2 de la mañana. Tras estar un rato hablando con ellos, la víctrima les comunicó que se iba a dormir al coche. Los cinco jóvenes le dijeron que le acompañaban, si bien "su intención era la de buscar un lugar donde mantener relaciones sexuales en grupo con ella", propósito que la chica desconocía, según el fiscal. Los jóvenes intentaron conseguir una habitación en un hotel pero no fue posible.

Uno de los acusados se percató de que una mujer iba a acceder a un inmueble, por lo que se acercó y consiguió que la puerta no se cerrara. Dos de ellos agarraron a la chica por los brazos y la metieron en el portal. Los condenados le obligaron a realizar diferentes actos sexuales con cada uno de ellos, "valiéndose de su superioridad física y numérica" y de la "imposibilidad" de la joven de "ejercer la más mínima resistencia".

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