Tarragona

Muere un hombre desangrado tras herirse al golpear una puerta de vidrio en El Perelló

Tras una discusión, el hombre ha golpeado una puerta de vidrio hasta romperla y ha sufrido graves cortes en el brazo que han desembocado en una gran hemorragia.

Manchas de sangre

Manchas de sangreGetty Images

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Un triste suceso ha tenido lugar este lunes en El Perelló (Tarragona). Un hombre ha muerto desangrado después de haberle dado un puñetazo a una puerta de vidrio, lo que le ha unas heridas graves que han derivado en una hemorragia que no ha podido ser detenida por los servicios de emergencia que le han atendido.

El incidente ha ocurrido alrededor de las 12:00 horas, según han informado fuentes policiales. Al parecer, como consecuencia de una discusión, el hombre ha golpeado una puerta de vidrio hasta romperla. Debido a eso ha sufrido graves cortes en el brazo que han desembocado en una gran hemorragia y en su posterior fallecimiento.

Hasta el lugar de los hechos se han desplazado varias unidades del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y un helicóptero medicalizado, pero los sanitarios no han podido hacer nada por salvar la vida del hombre.

Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para arrojar luz a este suceso.

Así se frena una hemorragia en caso de accidente

Las hemorragias representan la mayor proporción de muertes por traumatismos en el ámbito extrahospitalario. Una rápida y adecuada intervención podría suponer una menor pérdida de sangre en el paciente, lo cual se traduciría en un mejor pronóstico del mismo. Esto es lo que se debe hacer:

PRESIONAR

En caso de emergencia, lo más importante es presionar la herida sangrante. Para ello, deberemos localizar cualquier trapo limpio o incluso una camiseta para colocar sobre la fuente de sangrado. Si no encontramos o no tenemos a mano nada absorbente, entonces se pueden emplear los dedos o manos (idealmente desinfectadas). Lo importante es ejercer presión para reducir el flujo de sangre.

Si hay algún objeto en la herida, lo indicado es no quitarlo ni moverlo, pues podría estar ayudando a reducir el sangrado. En ese caso hay que aplicar presión a los dos lados del objeto y dejar que los sanitarios se encarguen de él cuando lleguen.

ELEVAR

El segundo paso tras ejercer presión es elevar el miembro herido para reducir el flujo sanguíneo. Lo que se pretende con este paso es utilizar a la gravedad como un aliado, colocando a la herida en una posición más alta que el corazón de la persona a la que se está tratando.

VENDAR

Para mantener la presión, lo más fácil es hacerlo con la ayuda de una venda. Pero hay que tener cuidado de no interferir demasiado con la superficie de la herida, donde ya podría estar formándose un coágulo.

Para vendar hay que enrollar firmemente un trozo de tela alrededor de la herida hasta que se detenga el sangrado. Pero hay que tener cuidado y no apretar excesivamente la venda. Lo idea es que sea posible introducir un dedo entre el vendaje y la herida.

EN CASO DE MAREO...

La pérdida de sangre también puede ocasionar que los afectados comiencen a sentirse mareados o incluso lleguen a desmayarse. También pueden empezar a palidecer, a producir sudoración excesiva o a presentar un tono azulado en los labios. Asimismo, la respiración también puede verse facetada y acelerarse.

Si algo de esto ocurre hay que tratar de levantar al herido las piernas para ayudar a que la sangre fluya con más facilidad hacia el corazón y la cabeza. Y también intentar mantenerlos calientes.

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