Cáncer
Denuncia que su madre murió después de que los médicos confundieran el cáncer con una lumbalgia
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias sentenció que el Servicio Canario de Salud (SCS) debía indemnizar con 196.618 euros a la familia de la víctima.
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Una mujer de 47 años murió después de que confundieran su cáncer con una lumbalgia. La víctima fue durante más de tres meses a urgencias declarando que sufría un severo dolor, pero nunca le hicieron las pruebas necesarias para detectar la enfermedad y acababan mandándola a casa con un diagnóstico de lumbalgia.
La hija de la víctima, Violeta, acudió al programa 'Y ahora Sonsoles' para exponer el caso, que categoriza de negligencia médica. "Mi madre iba a urgencias, le pinchaban para quitarle el dolor y la mandaban a casa", explicó.
El dolor iba en aumento y la víctima empezó a experimentar otras señales de alerta como fiebre o pérdida de peso. "Con mirarla a la cara sabías, tú ya veías que le pasaba algo, pero como en urgencias solo le recetaban una pastilla y le decían que se fuera a casa y que lo que tenía era depresión", declaró Violeta.
Una de las ocasiones en las que acudió a urgencias, le mandaron una ecografía para que se la hiciese en el centro de salud. Sin embargo, una enfermera "decidió que no era de urgencia". Debido a esto, en el primer juicio, el oncólogo, "que fue el único que dijo la verdad", declaró que si le hubiesen hecho esa ecografía, le habrían detectado el cáncer meses antes.
A pesar de que acudía a urgencias cada dos días durante meses, nunca le recetaban nada. El 28 de mayo, fecha en la que la víctima ya ni siquiera era capaz de caminar ni de levantarse de la cama, un dermatólogo instó a su madre a que la lleve al hospital.
El padre de Violeta y su abuela la llevaron a urgencias y pidieron, por favor, que le realizaran las pruebas pertinentes en consecuencia a la gravedad de su estado para poder saber qué es lo que estaba padeciendo.
"En una hora tenían los resultados del diagnóstico que mi madre llevaba pidiendo ya tres meses", relató Violeta. Cuando detectaron el cáncer, la metástasis estaba demasiado avanzada y no se podía hacer nada por la vida de la víctima, que murió pasados diez días del diagnóstico.
"Seguramente, mi madre habría fallecido porque cuando empezó a sentir los dolores el cáncer ya estaba muy extendido, pero es cierto que hubiera tenido otras opciones", explicó.
El juicio
El caso fue llevado al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que sentenció que el Servicio Canario de Salud (SCS) debía indemnizar con 196.618 euros a la familia de la víctima.
La justicia consideró que el enfoque médico fue erróneo desde el principio y que el retraso del diagnóstico conllevó una pérdida de tiempo crucial para intentar frenar la progresión del cáncer o para mejorar la calidad de vida de la paciente en sus últimos meses.
Los peritos del CSC trataron de demostrar que, a pesar de las evidencias presentadas, el desenlace habría sido el mismo. Sin embargo, el tribunal rechazó este argumento porque no había suficientes pruebas que lo sustentaran. Es más, los magistrados catalogaron el manejo del caso como un "despropósito" y reprocharon la falta de diligencia de los profesionales implicados.
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