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GALICIA

Una mujer de 82 años pierde las dos piernas tras ser atacada por dos perros en el municipio pontevedrés de Covelo

Los perros, que no están identificados con microchip, han sido trasladados a una protectora mientras se estudia las actuaciones que ofrecerá la Guardia Civil por este suceso.

Los dos perros que atacaron a una mujer de 82 años en el municipio pontevedrés de Covelo, y que según las primeras informaciones no están identificados con microchip, han sido trasladados a una protectora; mientras que se estudia qué actuaciones de oficio emprenderá el Instituto Armado por este suceso.

Según han confirmado fuentes de la investigación y de la Diputación de Pontevedra, los animales se encuentran en el Centro de Acollida e Protección de Animais (CAAN) provincial, que tendrá que activar el protocolo correspondiente para estos casos.

Por su parte, la Guardia Civil analiza este lunes qué medidas adoptar a raíz del ataque, es decir, si activa la vía administrativa (habitual para ataques de perros) o penal; e incluso no se descarta actuar por ambos caminos contra el dueño de los canes.

La mujer de 82 años quedó herida muy grave como consecuencia del ataque de los perros el pasado sábado y ha perdido las dos piernas. La mujer permanece ingresada en el Hospital Alvaro Cunqueiro de Vigo.

El dueño de los perros que atacaron a la mujer en Covelo (Pontevedra) carecía de licencia y no los inscribió

El dueño de los perros que han atacado a la mujer carecía de la licencia obligatoria para tener canes de razas peligrosas, no los había inscrito en el registro municipal y no los tenía identificados. Según han informado fuentes de la Guardia Civil, los dos animales son cruces de las razas dogo de Burdeos y bóxer. En concreto, la Ley gallega de Bienestar Animal recoge al dogo de Burdeos como una raza potencialmente peligrosa así como a los cruces en primera generación de esta con otras razas.

Para este tipo de animales, la normativa aprobada en octubre en la Parlamento de Galicia estipula que deben estar identificados e inscritos en el registro municipal de razas potencialmente peligrosas en un plazo de 15 días posterior a la obtención de la licencia administrativa correspondiente para tener estos animales, que el dueño no tenía, según han detallado fuentes de la Guardia Civil.

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