La valla de Melilla

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DOS MUJERES SIRIAS HAN INTENTADO PASAR DEL MISMO MODO

Una mujer subsahariana entra en Melilla con un bebé escondido bajo el burka

Una chica subsahariana de unos 20 años ha entrado en Melilla con un bebé esconndido bajo un burka, intentando hacerse pasar por una mujer embarazada. Este modo puede ser una estrategia de las mafias para el tráfico de personas.

Una subsahariana y un bebé de pocos meses han entrado en Melilla por la frontera de Beni-Enzar escondidos bajo un burka, estrategia que apunta a un nuevo modo empleado por las mafias del tráfico de personas después de que otras dos inmigrantes sirias intentaran acceder a la ciudad de esta forma.

La subsahariana, que llevaba al pequeño adosado a su abdomen simulando estar embarazada, logró su propósito a pesar de que fue interceptada por el Cuerpo Nacional de Policía en el control documental del paso fronterizo, según han confirmado fuentes policiales.

Este caso tuvo lugar en el paso fronterizo de Beni-Enzar, cuando la inmigrante aprovechó un momento de gran tráfico de personas para tratar de entrar de forma irregular a Melilla.

Cuando el policía fue a comprobar la identidad de la supuesta embarazada que había bajo la tela, se dio cuenta de que era una subsahariana que llevaba, además, un bebé adosado en el abdomen.

Fuentes policiales han informado de que la mujer, una nigeriana de poco más de 20 años, se resistió a ser rechazada hacia Marruecos tirándose al suelo, aunque finalmente logró su propósito y se le permitió la entrada a Melilla con el bebé, que tiene unos tres o cuatro meses.

Ambos están acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades (UCRIF) de la Brigada de Extranjería de Melilla les ha tomado ya los datos.

Tras este caso, otras dos mujeres de nacionalidad siria intentaron entrar en Melilla por el paso fronterizo de Barrio Chino empleando esta misma estrategia, y al igual que ocurrió con la subsahariana, el control policial detectó que se trataba de inmigrantes que pretendían entrar de forma irregular a la ciudad autónoma.

Las fuentes apuntan a que no se había visto hasta ahora esta táctica del burka para acceder a Melilla de manera clandestina, aunque destacan que tiene un punto débil, y es que el hecho de llevar burka no exime a ninguna persona de identificarse ante la Policía con su documentación en regla en los pasos fronterizos.

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