Las mujeres ganan relevancia en la alta gastronomía española

"Las mujeres... ¡a la cocina!". Aquel exabrupto/ofensa/insulto, que quiero creer es cada vez menos utilizado, se ha convertido en un grito reivindicativo del papel que están desarrollando una generación de mujeres al frente de algunos de los restaurantes más relevantes de nuestro país.

"Las mujeres nos hemos incorporado más tarde al mundo laboral. Nuestro ámbito estaba centrado exclusivamente en el hogar. Ahora vamos recuperando terreno en diferentes entornos laborales, incluida la cocina de grandes restaurantes. Ya verás cómo en poco tiempo esa diferencia dejará de existir", nos cuenta Vicky Sevilla, del restaurante Arrels.

Aunque todavía se mantienen algunos viejos modos, "más por costumbre que por mala fe, quiero pensar", asegura Vicky. "Aunque también me he encontrado algún hombre con un tremendo sentido artístico", dice Vicky. No hay que buscar la "mirada" femenina en un plato. Hay que centrarse en la buena elaboración del mismo.

"Como que entre un proveedor y pregunte por el cocinero", dice Lara Roguez, del restaurante Kraken Art Food. "No existen diferencias entre hombres y mujeres. Quizás nosotras podemos darle un punto más estético, con más color a nuestros platos", indica.

Cada vez más mujeres con estrella Michelin

El firmamento de las estrellas Michelín cada vez es menos masculino singular. Carme Ruscalleda, Elena Arzak, Fina Puigdeval, Susi Díaz fueron durante años casi las únicas voces femeninas. Eso ya está cambiando.

Begoña Rodrigo, María Gómez, Camila Ferraro, Rocío Parra, Olga García, Ara Ruiz, Tatiana Allard van aumentando la nómina de grandes cocineras. "Mi cocina tiene como base los platos que aprendí de mi abuela", comenta Lucía Grávalos, del restaurante 'Mentica Gastronómico'.

Unas recetas que guarda como un tesoro y que le han valido su primer Sol Guía Repsol. Buscar el futuro partiendo del pasado. La esencia de los pucheros, el aroma de los cocidos, el maravilloso universo de los postres... Como hicieron sus madres, y las madres de sus madres. Unos platos que tienen unas firmes y magistrales defensoras, capaces de reinterpretar y renovar el sabor de lo auténtico. Pasión, profesionalidad, habilidades sin género... de dudas.

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