Un radar de carretera detectó que un vehículo circulaba por encima del límite máximo de velocidad permitida, y en ese momento disparó la cámara de fotos.
Según la prueba gráfica el vehículo circulaba a 83 kilómetros por hora en un tramo de carretera con velocidad limitada a 70.
Lo increíble del caso es que en la foto aparece el coche subido en la grúa, pero la multa no se la han enviado al propietario de la grúa sino al del vehículo remolcado.
Según parece, a la propietaria del coche le han dicho que la multa le ha llegado a ella porque la grúa tiene matricula de Andorra.