Hacía más de 40 años que no nacía un bebé. Miguel es el habitante número 6 de Laguarta, un pequeño pueblo de Huesca que estaba casi condenado a desaparecer, su llegada ha sido todo un acontecimiento.
Los nuevos padres se ven obligados a viajar durante una hora para llevar a su pequeño al pediatra, un inconveniente de vivir en un pueblo tan pequeño como Laguarta. Llevan toda la vida viviendo en zonas rurales y están acostumbrados a coger el coche para cualquier cosa.
Por motivos de trabajo y familiares, Ana y su marido decidieron echar raíces en este pueblo de Huesca, ahora con el nacimiento de su hijo no piensan en marcharse.