La policía Foral de Navarra llevarán a cabo controles en los establecimientos que cuentan con máquinas recreativas situados en los alrededores de los colegios. Tratarán de detectar a aquellos menores que tengan intención de acceder a las máquinas de juego, impidiéndoles su participación.
El objetivo de la campaña es "prevenir que los menores de edad se inicien en dinámicas de juego y apuestas, conductas que pueden perjudicar seriamente el desarrollo de su personalidad e incluso generar situaciones de dependencia".
Algunos de los menores han admitido que en ocasiones hacen apuestas de "cuatro o cinco euros", por eso, algunos de los establecimientos optan por apagar las máquinas durante el tiempo de recreo de los colegios.
Los locales están obligados a llevar un control de la edad de las personas que acceden al establecimiento, aunque con la atención del resto de clientes se hace más complicado. "Si vemos a alguno que creemos que es menor de edad pues sí, inmediatamente lo levantamos", dice la camarera de un local.
Los establecimientos que incumplan la ley pueden enfrentarse a multas entre los 6.000 y 600.000 euros. El menor infractor también puede ser sancionado con multas entre los 60 y 3.000 euros.
