Scrabble

Un neozelandés que no sabe hablar castellano se proclama campeón del mundo de Scrabble en español en Granada

Ha ganado varios campeonatos en diferentes países con una estrategia única para personas con una gran capacidad de memorización.

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Nigel Richards, el jugador de Scrabble de Nueva Zelanda que a sus 57 años ha demostrado ser uno de los mejores del mundo, destaca en este juego de mesa donde ha ganado el Campeonato Mundial en inglés en cinco ocasiones. Además, acumula varios títulos nacionales de países como Estados Unidos, Reino Unido y Singapur.

Todo comenzó en 2015 cuando Richards llevó su talento a otro nivel al participar en el Campeonato Mundial de Scrabble en francés. Lo que más sorprende es que a pesar de no hablar el idioma, el neozelandés se dedicó a memorizar el diccionario francés en solo nueve semanas.

Ahora lo ha hecho en nuestro país, donde se ha coronado campeón mundial en español durante el XXVI Campeonato Mundial de Scrabble en Granada en la segunda semana del pasado noviembre. Para prepararse, se estudió cada palabra, desde la A a la Z, del diccionario de la lengua española, memorizando los más de 90.000 términos.

El campeón del mundo es conocido por su habilidad para encontrar palabras complejas y poco comunes durante las partidas. Su estrategia y su capacidad para calcular jugadas lo ha llevado a superar a otros jugadores e incluso a programas informáticos diseñados para jugar a este juego. De hecho, muchos se sorprenden al descubrir que no habla español ni francés con fluidez.

En una entrevista del programa 'A vivir' de la Cadena Ser con el subcampeón mundial Benjamín Olaizola, mencionó que Richards es una persona muy reservada y que sus respuestas suelen ser breves. Además destacó su forma de 'jugar sus cartas': "Él tenia una jugada que era la más obvia, la que te daría un ordenador, y no la utilizó. Jugó un Trinidad y luego un Cotejáis, con la que rompió mis esquemas".

Durante el campeonato celebrado en Granada, participó en 24 partidas y logró un promedio de 539 puntos por juego. Aunque sufrió una derrota contra una jugadora argentina en las rondas preliminares, y en la que Olaizola describió como "una tontería".

El subcampeón también destacó la capacidad única del neozelandés para sorprender incluso a los jugadores con más trayectoria y experiencia. En la final del torneo, realizó jugadas inesperadas que sorprendieron a sus oponentes.

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