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RESULTADOS DE LOS ANÁLISIS TOXICOLÓGICOS

La niña hallada muerta en Teo fue sedada antes de ser asfixiada

Los análisis toxicológicos realizados a Asunta Basterra, la niña hallada muerta en Teo, han demostrado que su asesino le suministró una fuerte dosis de un medicamento antes de asfixiarla. Además, en el registro realizado en la finca perteneciente a los abuelos de la misma, se ha encontrado una cuerda igual a la que se halló al lado del cuerpo sin vida de Asunta.

Las investigaciones sobre el caso de la niña hallada muerta en Teo, a las que ya se han incorporado los análisis toxicológicos, demuestran que a Asunta se le suministró un medicamento antes de ser axfisiada, han dicho fuentes próximas al caso.

Ahora se centran en conocer quién o quiénes son los responsables de este crimen, sin descartar que puedan producirse más arrestos; así como en determinar el móvil que habría desencadenado esta tragedia.

El periodista y padre de la menor, Alfonso Basterra, ha sido imputado por la presunta comisión de un delito de homicidio, los mismos cargos de los que se acusa a su ex mujer Rosario Porto, que fue arrestada tras la ceremonia de cremación de la pequeña Asunta Basterra Porto.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia han precisado que el juez, José Antonio Vázquez Taín, ha tomado esta decisión "sin perjuicio de las concreciones que pueda hacer una vez declaren en el juzgado", lo que no está previsto que suceda tampoco hoy.

Asunta Basterra Porto era la principal beneficiaria de la herencia de sus abuelos maternos, fallecidos con menos de un año de diferencia, han informado fuentes próximas a la investigación y al entorno.

Rosario Porto, su única hija, fue hasta 2006 cónsul de Francia en Santiago, cargo que heredó de su padre, y según fuentes próximas a la familia hace tiempo que dejó de ejercer como abogada y cerró su bufete en Santiago.

Fuentes próximas a la familia han precisado que en la actualidad tenía algún problema de liquidez. No se le conocía a Rosario actividad profesional concreta, según las mismas fuentes, pero viajaba con frecuencia a Marruecos en labores comerciales y en compañía, en alguna ocasión, de un ciudadano de ese país asentado en la capital gallega que sería amigo personal suyo y que en este momento se enfrenta a un juicio por una presunta explotación de inmigrantes en sus tiempos de sindicalista.

Esas mismas fuentes han manifestado que ella recibía tratamiento psiquiátrico desde la ruptura de la relación con Alfonso Basterra y que había pasado por algún problema físico.

Mientras tanto, la policía científica ha registrado durante siete horas una casa con finca, que pertenecía a los padres de Rosario Porto, y está situada en el Ayuntamiento coruñés de Teo, muy cerca del lugar en el que apareció el cadáver de la adolescente.

Dicha finca de Montouto ya fue inspeccionada el pasado domingo y en la diligencia se halló una cuerda igual a la que se encontró al lado del cuerpo sin vida de Asunta, cuyos padres están separados, han dicho fuentes próximas al caso. Los registros en las propiedades de la familia se han reanudado.

El juez Vázquez Taín ha supervisado el registro en Montouto de la vivienda de la familia de Rosario Porto, que llegó al lugar en un coche camuflado, mientras que Alfonso Basterra se encontraba en la casa desde un cuarto de hora antes junto a su letrado, Roberto Goris, que ha desarrollado su carrera en varios despachos, entre ellos Guillán Abogados.

Fuentes del entorno de la madre han señalado que ella habría contratado para su defensa al conocido penalista Rodríguez Mourullo.

Basterra, al salir de Montouto, se dirigió al domicilio de su ex mujer, en el número 31 de la calle Doctor Teixeiro, donde llegó solo y cuarenta y cinco minutos después lo abandonó con una bolsas y se dirigió de nuevo al inmueble inspeccionado.

Rosario Porto está imputada por la presunta comisión de un delito de homicidio tras caer en "incongruencias, ambigüedades" y "versiones contradictorias" sobre la desaparición de la menor, según han indicado fuentes de la investigación.

También ha sido determinante el hecho de que una de las cámaras próximas al domicilio de Rosario Porto en la capital gallega grabase a la madre y a la niña en el interior de un coche a una hora en la que, según la versión de la ahora imputada, la cría ya habría sido dada por desaparecida.

 

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