Agresión sexual

Nueva rebaja por la ley del 'solo sí es sí': dos violadores en Tarragona ven reducida su condena 7 años

Fueron condenados a una pena de 18 años por ser autores y cooperadores de una violación a una joven el pasado agosto de 2020.

Imagen de archivo de un mazo de un juez

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La Audiencia Provincial de Tarragona ha aplicado una nueva rebaja de condena a dos hombres acusados de violar a una joven el pasado 17 de agosto de 2020 en Salou, Tarragona. Los dos condenados, todavía en prisión, fueron acusados como autores de una agresión sexual por la que se les aplicaron 12 años de prisión y 6 más como cooperadores. En total, cada uno recibió 18 años de condena.

Tras la modificación de la Ley Orgánica 10/2022 de 6 de septiembre del Código Penal, cuya anterior ley era la LO/1995, activa la revisión de las condenas en agresiones sexuales. Anteriormente, la horquilla punitiva como autor de una violación se castigaba con una pena de entre 12 y 15 años, y como cooperador, de entre 6 y 12 años. Ahora, ambos acusados en Tarragona se benefician de una reducción de condena de 7 años: sus penas se ven rebajadas a 11 años de prisión.

La víctima fue violada en un parking de Salou

Los hechos se remontan al pasado 17 de agosto de 2020, cuando la joven salía de fiesta con su amiga de una discoteca de Salou. En el transcurso de la noche, sobre las tres de la madrugada, se separó de su amiga. Esta iba acompañada de dos amigos hacía la playa y la víctima se había quedado con un grupo de chicos que no conocía de nada.

La sentencia relata que la joven decidió orinar cerca de la entrada de un parking y uno de los jóvenes le acompañó. Minutos más tarde, el joven que le acompañaba, junto a otro integrante del grupo que acababa de conocer, llevaron a cabo la violación. La resolución judicial detalla que la víctima no pudo oponer suficiente resistencia frente la conducta de ambos acusados y que la joven se encontraba acorralada, con los brazos inmóviles y en un completo estado de shock.

En tratamiento psicológico

Asimismo, la sentencia de febrero de 2022 trata en todo momento el caso como una relación sexual no consentida, de una total conciencia y conocimiento de lo que estaban haciendo los acusados y de una víctima sin capacidad de reacción.

La víctima sigue en tratamiento psicológico desde entonces: no ha podido salir a la calle sola, sigue sin poder relacionarse con sus amigos y presenta cuadros de ansiedad, insomnio y pesadillas, entre otras secuelas.

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