El Cuerpo Nacional de Policía ha confirmado la detención de nueve personas por su presunta relación con la "detención ilegal" de una niña de 13 años de edad, residente en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María, que el pasado 30 de julio se marchó del domicilio paterno y casi un mes después fue hallada por la Policía en una localidad alicantina.
Entre los detenidos figura el novio de la menor, un militar de 24 años de origen colombiano cuyo ingreso en prisión fue ordenado por el juez que instruye el caso.
El 31 de julio el padre de la menor presentó una denuncia en la Comisaría de El Puerto manifestando que su hija se había ausentado del domicilio familiar, llevándose una mochila con parte de sus efectos personales. Asimismo, refería que la niña mantenía una relación sentimental no consentida por sus progenitores con un militar de 24 años.
Las pesquisas iniciales se orientaron a la desaparición voluntaria de la menor, ya que se llevó parte de sus enseres personales y envió una carta de despedida en la que reflejaba su intención de empezar una nueva vida en otra ciudad. Sin embargo, a medida que la desaparición se prolongaba en el tiempo y la menor no contactaba con sus familiares, los investigadores policiales comenzaron a manejar la hipótesis de que la menor podría encontrarse privada de libertad.
La Policía explica que todos los indicios apuntaban desde un principio al supuesto novio de la menor, quien negaba cualquier relación sentimental con la misma y se desmarcaba por completo de su desaparición, aportando en todo momento "coartadas" en ese sentido. Así, las pesquisas se centraron también en los familiares cercanos y el círculo de amigos íntimos al considerar que la desaparición de la niña no podía haber sido planificada solamente por una persona.
Rescate
Encontraron a la menor sola en una casa en Orihuela, Alicante estaba privada de libertad,con las puertas y ventanas cerradas bajo llave, siendo necesario la intervención del cuerpo de Bomberos para proceder a su liberación, teniendo que ser rescatada a través de una ventana.
La Policía considera que el militar es quien planificó la trama con idea de ocultar la relación que mantenía con la menor para evitar responsabilidades penales. Señala que en un principio abandonó voluntariamente el domicilio paterno, y que esta persona habría ido limitando su libertad hasta el punto de privarla por completo de su capacidad deambulatoria.
La menor ha relatado pormenorizadamente como se ha desarrollado su cautiverio, manifestando que desde el primer momento de su huida intentó contactar con sus padres para tranquilizarles, siendo impedido por las personas que la custodiaban, que, además, la cambiaron hasta tres veces de domicilio como medida de seguridad.
