Según ha informado la Delegación del Gobierno en una nota, los hechos se produjeron sobre las 23:45 de anoche, en el puesto fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que existen entre Marruecos y la ciudad autónoma. El vehículo burló en primer término los controles de seguridad fronterizos de Marruecos y ocasionó heridas a tres policías marroquíes.
Gracias a la cooperación de las fuerzas de seguridad marroquíes, los policías españoles de servicio lograron cerrar las puertas de acceso a Melilla. El vehículo, conducido por uno de los inmigrantes, optó por entrar a la ciudad a través del carril habitual de salida de coches hacia Marruecos, cuyas verjas logró traspasar, tras impactar de forma violenta contra ellas.
La violencia y velocidad con que se conducía el coche ocasionó daños en las puertas, que quedaron parcialmente descolgadas, al tiempo que dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía sufrieron heridas leves.
"La forma de actuar del conductor, aleccionado perfectamente sobre qué dirección y puerta debía elegir para intentar acceder a toda costa a Melilla, revela la decisiva participación de las mafias en esta nueva modalidad de intento desesperado y violento de acceso a Melilla", ha afirmado la Delegación.
Esta nueva práctica, que ya fue empleada en otra ocasión el pasado 21 de enero, deriva en un extremo riesgo tanto para los ocupantes de los vehículos "kamikazes" como para los miembros de las fuerzas de seguridad de servicio en la frontera, peatones, otros vehículos y transeúntes en general.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, condena enérgicamente este tipo de actuaciones delictivas y violentas, "auspiciadas por mafias sin escrúpulos" que buscan el negocio aún poniendo en serio riesgo la vida de seres humanos. El inmigrante que conducía el vehículo ha sido detenido.
