Un nuevo trasvase del Tajo al Segura reaviva la polémica entre comunidades y partidos

La autorización de un nuevo trasvase de 60 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura, el de mayor cantidad en los últimos meses, ha provocado el rechazo del gobierno de Castilla-La Mancha y ha reavivado la polémica entre administraciones y partidos. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este lunes la aprobación por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de una nueva derivación de agua a través del acueducto para los meses de marzo, abril y mayo, trasvase que el Ejecutivo castellanomanchego ya ha anunciado que recurrirá, al igual que los siete anteriores.

La autorización de esta derivación es algo que sospechaba el Gobierno castellanomanchego tras las últimas lluvias, si bien la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, lo ha calificado de "amoral" y "kafkiano", y ha opinado que está cogido "con pinzas, porque se basa en previsiones muy optimistas, demasiado alegres, teniendo en cuenta la situación real de la climatología". En la última semana, el agua embalsada en los pantanos de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, ha subido 22,25 hectómetros cúbicos, hasta llegar a 456,842 hectómetros, pero esta cantidad supone el 18,46 % de su capacidad global, que es de 2.474 hectómetros.

En 2013, el Gobierno central y cinco comunidades autónomas -entre ellas Castilla-La Mancha, entonces gobernada por el PP- acordaron un memorándum con las condiciones en las que se pueden llevar a cabo estos trasvases: siempre que el agua embalsada en los pantanos de cabecera del Tajo supere los 400 hectómetros cúbicos, pero con un periodo transitorio de cinco años, que establece para 2016 un límite de 336 hectómetros cúbicos.

En su cuenta de la red social Twitter, el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, ha rechazado la autorización del trasvase y ha opinado que el Gobierno central lleva a cabo una "hiriente e insultante política de agua". Para García-Page, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, "abusa de su situación en funciones para aprobar trasvases en diferido para varios meses" y ha añadido: "Es hora de reprobar a Rajoy y a los firmantes del memorándum, que ha devenido en un responso por el Tajo".

Frente al presidente autonómico, la líder del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha instado al PSOE a "trabajar y no sólo hacer la crítica" al trasvase, al tiempo que ha defendido que, cuando gobernaba en la región, se subió el mínimo trasvasable de 240 a 400 hectómetros cúbicos. En su caso, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha considerado que "la solidaridad entre los territorios es la máxima que debe operar siempre" y ha afirmado: "Se lo digo como una ciudadana que soy de una tierra, nacida en Zamora, y siempre hemos trabajado por lo mismo, por tener todos, también en agua, igualdad de oportunidades".

Pero uno de los alcaldes más críticos con el nuevo trasvase ha sido el 'popular' Jaime Ramos, regidor de Talavera de la Reina, quien ha advertido de que el Tajo "no aguanta más esta situación". También ha sido crítica la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, del PSOE y la Plataforma en Defensa del Tajo de Talavera de la Reina ha expresado su "más enérgica condena". El presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, ha mostrado su duda sobre la legalidad del trasvase teniendo en cuenta la situación de excepcionalidad y nivel 3 en que se encuentran los embalses de Entrepeñas y Buendía.

Sin embargo, el portavoz del PP de Murcia en materia de agua, Jesús Cano, ha valorado la autorización del trasvase y ha dicho que es un "ejemplo claro de solidaridad del Gobierno de Rajoy frente al egoísmo del Gobierno de Castilla-La Mancha". En esta línea, el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, ha afirmado que la decisión del Gobierno central es "una buena noticia puntual", pero ha apostado por "seguir trabajando para consolidar los trasvases Tajo-Segura y Júcar Vinalopó y, además, reivindicar el del Ebro".