Volcán La Palma
Obligados a empezar una vida de cero por la erupción del volcán de La Palma: "No queda nada donde agarrarme"
El Cumbre Vieja se lo ha llevado todo por delante. Hogares, formas de vida, trabajo...cientos de palmeros tratan de asumir qué ocurrirá con sus vidas cuando el volcán vuelva a dormir.
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"Me he quedado sin futuro, sin saber qué hacer con mi vida. Había conseguido a mis objetivos y ahora no hay nada, se lo llevo todo de un plumazo. No me queda nada donde agarrarme". ". Es la voz de Óscar, uno de los centenares de vecinos que han perdido todo lo que tenían cuando la lava del volcán de La Palma engulló sus propiedades. Él, como otros tantos, se ven obligados a empezar una vida de cero cuando el Cumbre Vieja vuelva a dormir.
El volcán no solo les ha quitado sus casas, sino también su forma de vivir, sus trabajos. Las personas que se dedican al cultivo de plataneros o aguacates también han visto sus plantaciones arrasadas al paso de una lava a más de 1.000 grados de temperatura.
Con las manos vacías
Ante los testimonios de cientos de familias, España se ha unido y la solidaridad llega a la isla de La Palma de diversas maneras. Ropa, alimentos, donaciones, préstamo de segundas viviendas… todo con tal de aportar un grano de arena para ayudar a aquellos que se han quedado con las manos vacías.
Las gradas del polideportivo del municipio de Los Llanos se han convertido en un improvisado almacén. Ascensión es una de las mujeres que ahora se acercan a este centro para buscar algo con lo que vivir en las próximas semanas. Salió de su casa corriendo. Consiguieron escapar de la lava a duras penas junto a su nieto de 3 años, pero no tuvieron tiempo para más. "Sin zapatos, sin camisas... ver eso tan grande (el volcán de La Palma) y ver que venía hacia nosotros…", cuenta a Antena 3 Noticias con lágrimas en los ojos.
El volcán se lleva casas y formas de vida
Ella perdió su casa hace una semana, Óscar hace unas horas. Este palmero ha visto como el Cumbre Vieja ha arrasado con sus ocho viviendas. Siete de ellas, eran su trabajo: vivía del turismo rural. Ahora, con el corazón destrozado, la incertidumbre le acompaña día y noche. "Ahora tengo un montón de piedras recién orneadas que no me van a servir de nada", nos cuenta.
Yaiza otra de las afectadas ni siquiera sabe si la vivienda de su hermana en Todoque sigue en pie. "Que pase ya, que arrase con todo y a empezar de cero", es lo único que ella y su familia piden.
Los psicólogos advierten de que poco a poco deben asumir la situación. De momento, simplemente -explica las psicóloga Alicia Pérez Bravo- es asumir la situación. Acompañarlos, escucharlos, estar a su lado". Para que, muy a su pesar, vaya aceptando una vida que ya no va a ser la misma.
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