España vaciada
La odisea para poder llevar a su hijo al instituto: "El bus no pasa por nuestra casa y el taxi nos cuesta 23 euros el trayecto"
El gasto en taxi de esta familia podría ascender a 4.000 euros en el actual curso escolar
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Galiza Quintero lleva viviendo un auténtico calvario desde que formalizó la matrícula de su hijo en el Instituto Elisa y Luís Villamil de Vegadeo. El joven, de 14 años, comenzó este curso sus estudios de la ESO por lo que solicitaron la parada de bus escolar correspondiente en su aldea: Cabaza, en el ayuntamiento de Taramundi (a unos 19 kilómetros del centro escolar).
Sin una notificación previa y sin justificación, al iniciar el curso, el instituto comunicó a la familia que la petición había sido denegada. La única alternativa que les dieron fue que emplearán la parada de Bres, que se encuentra a unos tres kilómetros del domicilio.
Debido a la situación laboral y personal, Galiza tuvo que echar mano de un taxi para que su hijo hiciera el trayecto de su casa a la parada propuesta por el centro: "El único taxista que hay en Taramundi me pedía 23 euros por el trayecto".
"Hemos pedido otro presupuesto, al taxista de A Pontenova (Lugo) mucho más lejos de mi casa, y me pide 16 euros. El problema es que no me puede prestar servicio diario ya que tiene clientes fijos a los que tiene que llevar al hospital u a otros lados. No tengo otra alternativa", explica la madre.
Una factura de 4.000 euros
La factura de este curso podría ascender a algo más de 4.000 euros. Una cifra que podría ser mucho más alta ya que por la tarde hacen encaje de bolillos para poder ir a buscarlo ella misma.
Después de que el Consorcio de Transporte de Asturias se negara a que la ruta pasase por su casa, se les aconseja que se acojan a un programa de ayudas para el transporte escolar convocado por el Principado.
La ayuda es concedida, unos 1.700 euros: "El problema es que la cantidad es muy inferior a la que necesito. Cuando me llegó la ayuda en enero, ese importe ya lo habíamos gastado", denuncia Galiza.
Este problema está llevando al límite a esta familia ya que Galiza tiene otra hija, que cuando su hermano acabe el instituto lo empezará ella, por lo que la madre tiene miedo de que la situación se vuelva a repetir. Además, tal y como explica, esta odisea está empeorando sensiblemente su salud.
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