Cobertura

La odisea de los vecinos de Tomiño, Pontevedra, para encontrar cobertura móvil: "Estamos atrapados en el pasado"

Mientras en las grandes ciudades la conectividad se da por sentada, en una parroquia de Tomiño, de más de 1000 habitantes, luchan cada día para realizar una llamada o enviar un mensaje. Acceden a la vida moderna gracias a una wifi instalada y financiada por la Comunidad de Montes del municipio.

Móvil

Publicidad

"No nos ayuda ni la conexión divina", se ríe Don Jesús, el párroco de Sobrada, "es difícil que llegue la llamada", añade. Sobrada es una parroquia del ayuntamiento pontevedrés de Tomiño que limita con Portugal. Los vecinos aseguran estar viviendo en otra época. Su imagen caminando por sus terrenos buscando la mejor señal, como si fuera una especie de tesoro escondido, es cada vez más común.

Para conseguir una llamada sin interrupciones, deben desplazarse hasta puntos elevados de la zona. "Yo tengo algo de cobertura porque vivo cerca del centro, pero la gente que está más abajo, cerca del río, tiene que subirse a una zona elevada y levantar el teléfono al cielo", explica Rosa.

Lino, otro residente, tiene una técnica ya perfeccionada para no perder la conexión. "Reintentamos, buscamos, volvemos a llamar. Lo bueno es que ya sabes qué puntos de la zona te dan una rayita de señal. En el resto, nada. Es cuestión de suerte", comenta. Los vecinos, acostumbrados a esta falta de cobertura, se han adaptado a este desafío y se lo toman con humor, pero son conscientes de la gravedad. “Tuvimos que llamar a urgencias y el técnico de la ambulancia no fue capaz de hablar con el médico para contarle cómo estaba la situación, tuvo que desplazarse kilómetros”, nos comenta Ana. “Es frustrante comprobar cómo la tecnología, que debería facilitar sus vidas, se convierte en un obstáculo diario”, añade Ana.

El “efecto frontera” de Tomiño también ha provocado una escasa disponibilidad de opciones para contratar servicios de telecomunicaciones. En algunos casos, la fibra óptica ha llegado a la zona, pero su velocidad es tan baja que solo los servicios más básicos pueden ser utilizados. “Pagamos por una conexión de fibra de alta velocidad, pero si conseguimos 100 megas, eso ya es un milagro”, explica Rosa.

“En teoría estamos en el siglo XXI, pero parece que estamos atrapados en el pasado”, comenta otra vecina, visiblemente exasperada. “Hemos vuelto la telefóno fijo”, añade.

“La única forma de tener algo de cobertura aquí es a través de una wifi comunitaria que hemos instalado entre todos”, nos traslada Aquilino. “Aunque solo tiene un alcance de unos 100 metros, es lo único que nos permite estar comunicados”, explica mientras muestra con orgullo la instalación de wifi que la Comunidad de Montes ha montado por su cuenta. Esta iniciativa, que incluye repetidores de señal instalados en puntos estratégicos, ha sido fundamental para mantener una mínima comunicación, especialmente en situaciones críticas como emergencias o actividades comunitarias. Sin embargo, Aquilino también lamenta que esta solución, aunque útil, no sea suficiente para cubrir toda la parroquia.

Y no es solo la falta de señal la que afecta a los vecinos, sino también la falta de respuestas de las autoridades locales y de las operadoras. “Cuando llamas al Ayuntamiento, te dicen que no pueden hacer nada. Lo mismo las compañías de telefonía. Dicen que Portugal emite una con una potencia mayor a la España…pero nadie asume la responsabilidad”, agrega Aquilino.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Puedes ver el informativo completo 'Noticias Fin de Semana' en Atresplayer.

Publicidad