Caso Paco Sanz
Paco Sanz, el 'hombre de los 2.000 tumores', solo tendrá que devolver 37.000 euros de los 260.000 que estafó
El TSJM ha ratificado la indemnizaciones que fijó la Audiencia Provincial para los estafados por Paco Sanz al entender que los famosos que las recurrieron no han probado que perdieran más dinero del fijado.
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El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado las indemnizaciones que fijó la Audiencia Provincial para los estafados por Paco Sanz, conocido como el hombre de los 2.000 tumores. Este tribunal entiende que los estafados no perdieron más dinero del fijado. Entre ellos se encuentra el humorista Santi Rodríguez o el presentador Pedro Aguado.
A Sanz se le condenó en firme a dos años de cárcel por un delito continuado de estafa al alcanzar un acuerdo de conformidad con el fiscal en lo relativo a la pena de cárcel. El acuerdo de conformidad no incluía las indemnizaciones. La Audiencia Provincial de Madrid condenó al estafador a indemnizar 36.978,86 euros a los damnificados, cantidad por la que deberán responder conjunta y solidariamente la madre del condenado, María del Carmen González de Martos Mena, y Lucía Carmona. Los magistrados se limitaron a las cantidades que se pudieron acreditar y no contemplaban las ganancias que se dejaron de percibir como fue el caso de Pedro García Aguado.
En la vista oral, los rostros populares estafados relataron cómo fueron víctimas del engaño por parte del acusado para ayudar a difundir su historia a través de sus redes sociales reclamando ser indemnizados por los daños morales sufridos al afectar a su imagen pública.
¿Por qué fue condenado?
Según la sentencia, a Paco Sanz le diagnosticaron la enfermedad del 'síndrome de Cowen' en 2009, que se "caracteriza por la aparición de tumores benignos" pero sin riesgo de morir, por lo que se aprovechó de su dolencia para obtener "un lucro patrimonial ilícito desde 2010 hasta 2017".
Durante este periodo de tiempo, hizo creer, a través de redes sociales y medios de comunicación, que su enfermedad era "muy grave", por lo que creó una página web en la que exageraba los síntomas de su enfermedad con la finalidad de "conmover a las personas" para que le donasen dinero y financiar así un supuesto tratamiento en Estados Unidos. Pero en realidad, según explica la sentencia, "consistía en un ensayo experimental gratuito y sin coste alguno".
Para conseguir más donativos, Sanz daba la posibilidad de recibir dinero mediante mensajes de texto, por lo que consiguió estafar a miles de personas. Su expareja, Lucía Carmona, era titular de una de las cuentas bancarias, por lo que, según la sentencia, se lucró de esos donativos, con los que compraron viajes, tecnología de alta gama y un coche, entre otras cosas.
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