Padre Ángel: "Nunca ha habido tanta solidaridad en el mundo como ahora"

El Padre Ángel no se siente ni imprescindible ni fundador  de Mensajeros de la Paz. 50 años después se sigue sintiendo el mismo: "Sigo siendo un revoltoso que prefiere pedir perdón que permiso".

En su despacho le acompañan cientos de fotografías con personajes de la política, la cultura y la vida. Entre ellas destacan las instantáneas con el Rey, la de la tumba de la Madre Teresa o la del primer niño con el que trabajó.

Actualmente, Mensajeros de la Paz arropa a 52.000 niños de Europa, África y América. Se centran en la atención a la infancia y a las personas mayores en cualquier punto del mundo. Haití e Irak están entre sus recuerdos: allí donde hay un desatre siempre aparece la organización del Padre Ángel.

En su despacho también encontramos cientos de premios encabezados por el Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994. "El beso de un niño o que te diga "te quiero mucho" es el mejor premio", afirma.

Su próximo objetivo: abrir centros sociales las 24 horas del día.