Zaragoza
Un padre deja ciego a su bebé de cuatro meses porque no podía dormir en Zaragoza
El hombre lo golpeó y sacudió provocando sobre el bebé graves secuelas neurológicas, además de un 81% de discapacidad y un grado de dependencia II o severa.
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Un padre de 41 años ha dejado ciego a su bebé de cuatro meses porque no paraba de llorar y no le dejaba dormir en Zaragoza. Entre las secuelas que tiene, sufre ceguera en el ojo derecho y una pérdida de visión elevada en el izquierdo junto con un retraso psicomotor y madurativo si lo comparamos con niños de su misma edad. Ahora, el pequeño tiene más de un año y está recibiendo tratamiento, pero los médicos no saben cómo reaccionará en un futuro (puede tener alteraciones del habla y del comportamiento o algún retraso mental).
La agresión tuvo lugar en mayo de 2022 en Zaragoza y el hombre -identificado como Gabriel C.B.- ha negado los hechos ante el juzgado un año más tarde. Cuatro días antes del ataque a su hijo, empezó a trabajar como repartidor de pan y se levantaba antes de las cinco de la mañana. En aquel entonces, vivía con su pareja y el hijo de 9 años de esta. Hacían turnos con la abuela materna, la mujer y el padre para cuidar de los niños, según publica 'El Heraldo de Aragón'.
La noche del 20 de mayo de 2022, el padre se encontraba a cargo del bebé cuando empezó a llorar. Sobre las dos de la madrugada, el hombre envió varios mensajes a su pareja quejándose de que el niño no paraba de llorar y que no sabía qué hacer porque él tenia que descansar. La mujer le dio varios consejos: que lo balancease y le diera biberón, que lo pusiera en el cochecito y tuviera paciencia... Pero según consta en la conversación telefónica, él respondió que no podía hacer esas cosas ya que tenía que descansar para irse a trabajar.
La abuela detectó heridas en el bebé
Sobre las 4:30 horas, Gabriel envió un mensaje a la madre diciendo que estaba de camino al trabajo y que el bebé había estado "dando mal hasta el último momento". También aseguró que se "había dormido cinco minutos antes" de que llegara la abuela. Esta última iba a declarar a la Policía y el juez, posteriormente, que cuando vio al bebé sobre la hamaca notó que estaba "asustado" y con la mirada "perdida hacia atrás" y apoyado en una toalla empapada de agua. La abuela, sospechando de que el padre hubiera hecho algo al hijo, preguntó al niño de 9 años si había visto algo. Este le contestó que solo escuchó un grito de Gabriel diciéndole al bebé: "Ya, cállate".
Cuando la madre llegó a casa, el bebé tenía marcas en la cara, cerca del oído, en la nuca y frente y no enfocaba bien la mirada.
Las graves secuelas que tiene el bebé
Una vez en el hospital, se confirmó que el bebé sufría graves lesiones provocadas por lo que se conoce como 'síndrome del lactante zarandeado', ahora llamado 'traumatismo craneal por maltrato'. El niño tenía además equimosis en ambas mejillas en el pabellón auricular, una lesión en la parte cervical. Internamente, detectaron hematomas subdurales, retinopatía hemorrágica bilateral severa y encefalopatía aguda con crisis epilépticas. A su vez, se le reconoce un 81% de discapacidad y un grado de dependencia II o severa.
El hombre reconoce los hechos
El hombre reconoció ese mismo día que propició una bofetada en la cara al menor, además de haberle sujetado uno de sus brazos y zarandearle con fuerza. La juez le tomó declaración y lo dejó en libertad con la prohibición de no acercarse al niño. El hombre fue citado este martes ante el juez y negó los hechos relatados en el auto. Se acogió a su derecho a no declarar. El acusado puede enfrentarse a penas de 6 a 12 años de cárcel por causar las lesiones citadas al bebé.
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