La desolación y un profundo silencio se siente en el ir y venir de vecinos que acuden al tanatorio de la barriada malagueña de El Palo para dar el pésame a los padres de Julen, el niño de 2 años que murió tras caer a un pozo el 13 de enero en Totalán (Málaga) y cuyo cadáver ha sido rescatado la madrugada este sábado.
El tanatorio está custodiado por agentes de la Policía Nacional y Local que han cortado el carril de acceso al camposanto, así como un carril de la antigua nacional 340, de la avenida Salvador Allende.
Los padres de Julen, rotos de dolor, han ido agradeciendo con abrazos las muestras de cariño que les están dando los vecinos que se acercan a expresarles su pesar.
Medios nacionales e internacionales están apostados en la zona, donde la Policía Local ha puesto unas vallas para que la familia pueda mantener su privacidad. A las 13.00 horas está prevista una concentración en señal de duelo a unos doscientos metros del tanatorio, en una zona conocida como las Cuatro Esquinas, que ha organizado la Asociación de Vecinos de El Palo.
A primera hora de la mañana se ha acercado al tanatorio el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para dar sus condolencias a José Roselló y Victoria García, padres de Julen. Además, se encuentra con los progenitores un equipo de psicólogos y seis facultativos de emergencia social.
El cuerpo del pequeño será trasladado al tanatorio cuando se termine la autopsia y la toma de muestras que se está realizando en el Instituto de Medicina Legal de Málaga.
El cuerpo sin vida de Julen ha sido localizado a la 1.25 horas de la pasada madrugada por los equipos de rescate después de haber permanecido atrapado trece días en un túnel de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad.
La familia, rota de dolor
Agustín, un tío de Julen, ha hablado en directo en Antena 3 Noticias visiblemente afectado por los hechos.
"Rotos, cómo nos vamos a encontrar", decía Agustín, que recordaba que "no hace ni dos años y ya es el segundo", en referencia al hermano de Julen, también fallecido.
Entre lágrimas y sollozos, el tío de Julen ha pedido disculpas y ha colgado el teléfono: "Lo siento mucho, pero no puedo hablar", decía.