Salud
Las pajitas de papel también son dañinas para la salud y para el medioambiente, según un estudio
La conclusión la lanza el Grupo Taylor y Francisco, que ha analizado pajitas de 39 marcas diversas para detectar sustancias poli y perfluoroalquiladas, conocidas como PFAS. El estudio, pionero en Europa y segundo en el mundo, se ha publicado en la revista "Food Additives and Contaminants". Aunque el uso de esas sustancias químicas está extendido en multitud de productos debido a sus propiedades impermeables, tiene un componente tóxico para los humanos, los animales y el medio ambiente. En total, se detectaron PFAS en el 90% de las marcas de pajitas de papel analizadas.
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Las pajitas de papel y cartón ya no son mejores para el medio ambiente y para la salud que las de plástico. A pesar de que se han considerado una opción más ecológica debido a que cumplen la misma función que el resto de pajitas y generan un residuo más fácil de reciclar, un estudio publicado en la revista Food Additives and Contaminants revela que suponen un riesgo tóxico para los seres humanos, la vida silvestre y el planeta. Cabe recordar que la utilización de las pajitas de plástico comenzó tras la entrada en vigor en julio de 2021 de la Directiva Europea, que prohibía la venta de artículos de plástico de un solo uso, como platos o pajitas con el objetivo de reducir la contaminación, especialmente en mares y oceános.
Esto suponía una medida decisiva, ya que según indicó el Parlamento Europeo, la producción de plásticos hasta ese momento era 20 veces mayor que en los años sesenta. No obstante, el Grupo Taylor y Francisco, responsable del estudio, ha descubierto una alta presencia de sustancias químicas perjudiciales, y en mayor cantidad que en las pajitas de plástico.
Unos componentes preocupantes
La investigación detectó la presencia de sustancias químicas potencialmente tóxicas, también conocidas como sustancias polifluoroalquiladas y perfluoroalquiladas (PFAS), un grupo de más de 4.700 agentes químicos a los que los seres humanos están expuestos, sobre todo, a través de los alimentos y el agua potable. Estos compuestos se utilizan por su propiedades impermeables, resistentes al calor y a las manchas.
Sin embargo, se descomponen muy lentamente y se acumulan en el medio ambiente y en los tejidos humanos, debido al revestimiento impermeabilizante de los elementos, de ahí que también se conozcan como "químicos eternos". Dicha durabilidad de las sustancias es preocupante, puesto que se relaciona con daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obsesidad, problemas de fertilidad y cáncer. Y hace poco tiempo también se encontraron presentes en la sangre de las mujeres embarazadas
Para contrastar los datos de otro estudio elaborado en Estados Unidos, que encontró PFAS en las pajitas de origen vegetal, investigadores de la Universidad de Amberes decicieron averiguar si en Europa las pajitas de cartón también figuraban esos componentes químicos.
Cinco tipos de pajitas y 39 marcas distintas para detectar las PFAS
Para desarrollar este estudio, los científicos compraron 39 marcas de pajitas fabricadas a partir de cinco materiales: papel, bambú, vidrio, plástico y acero inoxidable. Las pajitas, que se adiquieron principalmente en tiendas, supermercados y restaurantes de comida rápida, se sometieron a dos pruebas de detección de PFAS. Se descubrieron la presencia de estas sustancias en la mayoría de las pajitas analizadas, pero resultaron más comunes en las hechas de papel y bambú.
En las pajitas de papel, se detectaron PFAS en 18 de las 20 marcas analizadas, lo que supone un 90%. En el segundo puesto figuran las de bambú, ya que se detectaron las sustancias en 4 de las 5 marcas (un 80%). Y en el caso de las de plástico y de vidrio, se detectaron en 3 de 4 (un 75%) y en 2 de las 5 (un 40%) marcas , respectivamente. En cambio, no se detectó ninguna de estas sustancias en las cinco marcas de las pajitas de acero analizadas. En total, se encontraron 18 PFAS entre las pajitas, y la mayoría de las marcas, un 69%, las contenían.
Por otra parte, se descubrió que el PFAS que más se encuentra fue el ácido perfluorooctanoico (PFOA), que está PROHIBIDO en todo el mundo desde 2020. Asimismo, se detectó el ácido trifluoroacético (TFA) y ácido trifluorometanosulfónico (TFMS). Son PFAS de cadena ultracorta, que son altamente solubles al agua y que pueden filtrarse en las pajitas a las bebidas.
No obstante, las concentraciones presentes de esos ácidos en las pajitas eran bajas, por lo que los riesgos para la salud humana eran limitados, sobre todo si se le suma el consumo ocasional por las personas. Pero también las PFAS pueden permanecer en el cuerpo durante muchos años y sus concentraciones pueden aumentar con el tiempo. "Pequeñas cantidades de PFAS, si bien no son dañiñas en sí mismas, pueden aumentar la carga química ya presente en el cuerpo", afirma Thimo Groffen, científico ambiental de la Universidad de Amberes.
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Diversas incertidumbres
Los investigadores no han logrado determinar si los fabricantes de las pajitas agregaron PFAS a las pajitas con la intención de impermeabilizarlas o si son resultado de la contaminación. Ante esto, los científicos creen que es posible que en algunos casos se usaran como revestimiento repelente al agua. Tampoco pudieron llegar a demostrar si las PFAS se filtrarían desde las pajitas a los líquidos. Ante esto, los científicos lo tienen claro: "No detectamos ningún PFAS en pajitas de acero inoxidable, por lo que recomendaría a los consumidores que utilicen este tipo de pajitas, o simplemente eviten el uso de pajitas totalmente", afirma Groffen.
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