NADIE SE DA CUENTA
Hasta el lunes nadie lo supo. Ese día trabajó en la panadería familiar del pequeño pueblo de Pilas, en Sevilla. Desde el martes, el establecimiento no ha abierto sus puertas.
El panadero de Pilas ha cerrado su negocio y no hay nadie en su casa porque a su hijo Francisco le tocaron 121 millones de euros en el sorteo del Euromillón.
Los vecinos de esta pequeña localidad sevillana se enteraron de la feliz noticia a través de la prensa y dicen estar muy contentos porqué se trata de una familia "humilde y muy trabajadora".
El afortunado tiene unos treinta años de edad y se encuentra soltero, los vecinos aseguran que ahora "le van a salir hasta debajo de las piedras".