Aeropuerto Palma

El pasajero que fingió un coma diabético en el vuelo que tuvo que aterrizar de emergencia en Palma ha pedido asilo político

La Policía investiga si el aterrizaje de emergencia de este viernes en el aeropuerto de Palma de un avión marroquí fue planeado previamente o se trató de un hecho espontáneo que terminó con la huida de 21 pasajeros por las pistas.

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El pasajero que fingió un coma diabético en el vuelo Casablanca-Estambul que tuvo que aterrizar de emergencia en Palma ha pedido asilo político. Por el momento se ha detenido a 12 personas y todavía se busca a más huidos.

Los hechos sucedieron este viernes por la tarde cuando uno de los pasajeros del avión parece sufrir un coma diabético. Cuando llegan los sanitarios, un grupo de pasajeros se abalanza sobre ellos con la intención de salir del avión, pero no lo consiguen. El paciente fue asladado a un hospital. Minutos después se desata el caos.

Alrededor de 20 personas se fugan del avión ante la sorpresa de los servicios de seguridad y del resto de pasajeros que ven cómo de repente se paraliza toda la actividad aérea porque hay pasajeros en las pistas del aeropuerto.

Durante más de 4 horas, 60 vuelos nacionales e internacionales son desviados y se cancelan los aterrizajes. En el hospital confirman que el pasajero fingía la enfermedad. Todavía no se han localizado a todos los fugados pero esto es ya un episodio sin precedentes de entrada migratoria irregular y algunos ya lo bautizan como una 'patera aérea'.

Aeropuerto sanitario internacional

La estación aeroportuaria de Palma, ha subrayado la delegada del Gobierno, es un "aeropuerto sanitario internacional", por lo que es "habitual" este tipo de solicitud de aterrizajes por una emergencia médica. Lo que "no es habitual" e "insólito", ha subrayado, es que haya "21 personas corriendo por las pistas de un aeropuerto, lo que pone en riesgo el tráfico aéreo".

Finalmente, los cuerpos policiales han comenzado a indagar si se trata de un hecho planificado por este grupo, o si bien fue una fuga espontánea, que se decidió sobre la marcha. Aunque "todos los escenarios están abiertos", no hay datos que lleven a pensar que se trate de una operación organizada, ha declarado la delegada del Gobierno.

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