"Pasé miedo, pensé que iba a morir". Estas son las palabras de un ciudadano chino que tuvo que ser operado en el Hospital Insular de Gran Canaria después de que un cirujano de un centro privado le dejara olvidadas dentro de su abdomen dos pinzas quirúrgicas de 15 centímetros.
La experiencia fue traumatica para este ciudadano chino que no podía comer ni moverse. Además, perdió 20 kilos. "Cada vez que comía sentín un fuerte dolor, los organos no funcionaban bien", relata el paciente.
El Colegio de Médicos de Las Palmas ha abierto un expediente informativo sobre el caso de este ciudadano chino de 37 años que llegó al servicio de Urgencias del Hospital Insular quejándose de fuertes dolores en el estómago.
El paciente relató a los médicos que, días antes, había sido operado en un centro privado de la isla de Gran Canaria de un ulcus perforado (una complicación de una úlcera gástrica o duodenal) y que poco después fue intervenido de nuevo por presencia de sangre en la cavidad abdominal, operación esta en la que le extirparon el bazo.
Un portavoz del Hospital Insular ha confirmado que el caso que relata el periódico se produjo, pero ha rehusado ofrecer detalle alguno por respeto a la confidencialidad de los datos médicos.
El Colegio de Médicos de Las Palmas ha abierto de oficio un expediente para esclarecer este incidente, del que, dice, tuvo conocimiento "casi en el mismo momento" en que se produjo.
