Imprudencias laborales
Las peligrosas imágenes que dejan los trabajadores sin medidas de seguridad
Las imprudencias laborales pueden acarrear graves consecuencias, y no solo se cometen en el trabajo sino también las encontramos nuestra vida cotidiana.
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Abrir la ventana para ver el mar y encontrar una hombre trabajando sin seguridad en el techo del edificio de enfrente. Eso es lo que se encontró Joseba, un vecino de Santurce, Vizcaya, que decidió sacar el móvil y grabar al obrero. El obrero no llevaba ningún tipo de arnés para sujetarse y tampoco llevaba casco en caso de recibir un impacto o resbalarse y caerse. Joseba decidió registrar todo en vídeo y no molestar al trabajador por si un grito le llegase a distraer y hacer un movimiento que ter minase en tragedia.
Una imprudencia que podría haber acabado mal
En ocasiones los trabajadores cometen errores que pueden salir muy caros si no se anda con cuidado. Uno de esos oficios peligrosos en los que un error puede ser muy perjudicial es el de los bomberos. Tienen que respetar el protocolo escrupulosamente a la hora de apagar un fuego si no quieren salir mal parados. Por ejemplo, el bombero que lleva la manguera, el punta de lanza, tiene que tener un control exhaustivo de la presión del agua, debe abrirla la boca de forma progresiva, adoptar una posición adecuada para no caer al suelo y tener en cuenta cómo se ha extendido la manguera y la curva que se suele colocar en ella, conocido como el bucle, para que la presión no de un latigazo al bombero.
Profesiones en las que un despiste puede salir caro
Otras profesiones en las que hay que ser muy precavido suelen ser los relacionados con los trabajos manuales que se realizan por ejemplo en un taller de vehículos, donde se pueden producir, descargas, explosiones y escapes si no se tiene el respectivo cuidado. Ser conductor de transporte tiene un riesgo añadido, cualquier imprudencia al volante de un autobús, por ejemplo, pone en riesgo la vida del resto de conductores en la carretera y de los pasajeros que se esté transportando, de ahí que se pida no molestar al conductor si no es estrictamente necesario. Incluso en nuestro día a día cometemos imprudencias como quien limpia las persianas saliendo por la ventana.
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