España está entre los países más seguros del mundo y entre los que tienen menores cifras de delincuencia sexual en Europa. En nuestro país los delitos relacionados con la libertad sexual constituye tan solo el 0,5% de las infracciones penales cometidas anualmente, aunque es importante destacar que 7 de cada 10 víctimas de un delito de este tipo no denuncian los hechos.
Estos son los datos del último informe oficial basado en más de 300 atestados policiales y más de 6.000 denuncias que también ofrece el perfil de los agresores sexuales con víctima desconocida. En él, se recoge que el 17% de los atacantes ya habían cometido otra agresión el año previo y que la mitad de ellos asalta a menos de un kilómetro de su propia casa. Suelen ser hombres de entre 18 y 35 años, en su mayoría de nacionalidad española y 3 de cada 10 ya cuenta con antecedentes policiales.
Estos son algunos de los rasgos que comparten los agresores sexuales que atacan a víctimas desconocidas. Se pueden diferenciar tres tipos de agresiones sexuales: en el primero el autor selecciona a su víctima en la vía pública, con presencia de testigos y ejerce violencia psicológica o física para forzarla. En este caso ninguno de los dos ha consumido alcohol y el asalto no se salda con consumación sino que la agredida suele conseguir huir.
El del segundo perfil sí que se fija en mujeres solas y bajo los efectos de alguna droga. Mediante engaños consigue llevársela a casa y violarla. Aquí el 77% de los atacantes son extranjeros.
Por último, están los que seleccionan a las víctimas de entre mujeres que ejercen la prostitución. En 2 de cada 10 agresiones sexuales, agresor y víctima no tienen relación previa y precisamente estas son las que más cuesta esclarecer, sólo se resuelven los hechos en la mitad de los casos.
El registro oficial de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género sólo recoge las asesinadas por las personas con las que mantenían o habían mantenido una relación sentimental.